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Legitimation of European cultural heritage and the dynamics of identity politics in the EU

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Hacer historia: crear una identidad cultural compartida en Europa

¿Quién define lo que forma a un europeo? Los investigadores dicen que esta es una tarea de todos, no solo de los responsables políticos.

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El Sello de Patrimonio Europeo es una acción presentada en 2006 que reconoce edificios, documentos, monumentos y acontecimientos que se consideran hitos en la creación de la Europa moderna. Es uno de varios programas que intentan fomentar una identidad europea mediante un patrimonio cultural compartido, en contraste con las ideas de identidad nacional. El www.jyu.fi/euroherit (proyecto EUROHERIT) se propuso examinar estos programas de manera crítica investigando los factores políticos y sociales que dan forma a la noción de identidad europea. Según señala Tuuli Lähdesmäki, coordinadora del proyecto: «A través de estas iniciativas, se rige y se crea la idea misma de un patrimonio cultural europeo común o compartido. Estas son instituciones que no solo buscan fomentar el patrimonio cultural existente, sino que al mismo tiempo proponen lo que podría significar».

Historia colonial

Tal como afirma Lähdesmäki, la narrativa de este patrimonio proviene del discurso de valores de la Unión Europea (UE), como los expresados en el Tratado de Lisboa: igualdad, tolerancia, derechos humanos y más. Los vincula a lugares físicos y a entornos que manifiestan estos valores. Lähdesmäki añade: «Hay elementos interesantes en cómo el discurso del patrimonio fomenta la idea de la UE como representante de estos valores diversos, de una manera que podría ser un poco difícil de objetar. En cierto modo, si alguien se opusieses a la narrativa del patrimonio, estaría en contra de estos valores fundamentales: la democracia, la paz, etc. Ese estilo de tono implícito está incluido en este discurso del patrimonio». Según Lähdesmäki, el proyecto de cultivar una identidad europea compartida también significó definir aquello que no era europeo: la creación de un «otro». «Los sitios que recibieron este premio no abordan la historia de las minorías, por ejemplo, o del colonialismo y el imperialismo, que también es parte de la historia común de Europa». «En el futuro, habrá sitios del patrimonio que reconozcan estos elementos de la historia europea como parte de la narrativa de la UE sobre el patrimonio cultural europeo». Lähdesmäki, profesora titular en la Universidad de Jyväskylä en Finlandia, dice que el proyecto EUROHERIT hace hincapié en que no hay ni un solo organismo que pueda pretender definir la identidad cultural de Europa y la historia compartida. «Este es un proceso en curso en el que constantemente surgen nuevas perspectivas y reinterpretaciones del pasado. No hay una discusión apolítica sobre el patrimonio cultural, participar es tarea de todos», explica Lähdesmäki. «Por supuesto, la UE está facilitando varios proyectos en los que se aborda el patrimonio, por lo que desempeña un papel importante en eso. Sin embargo, todos los proyectos de conservación deben considerar lo que están preservando y lo que están protegiendo para las generaciones futuras».

Narrativas en competencia

El proyecto contó con el apoyo del Consejo Europeo de Investigación. «Esta financiación realmente permite el uso de métodos que requieren más tiempo, como la investigación etnográfica amplia, y sin esto la implementación habría sido imposible», señala Lähdesmäki. Como resultado del proyecto, Lähdesmäki y su equipo crearon tres resúmenes de políticas. Uno, dirigido a los responsables políticos del área cultural de Finlandia que fomentó la participación en el programa del Sello de Patrimonio Europeo, una recomendación que fue adoptada. Los otros dos, dirigidos a funcionarios de la UE, presentaron sugerencias para mejorar el proceso de selección de sitios para el Sello de Patrimonio Europeo. Lähdesmäki concluye: «No hay una narrativa, ni una historia del pasado europeo; hay narrativas en competencia y contradictorias. El debate sobre el pasado europeo es un proceso continuo, necesitamos examinar qué acontecimientos del pasado queremos recordar y compartir como patrimonio cultural, y también tener en cuenta la flexibilidad, la variedad y la autorreflexión en la manera en la que definimos nuestro patrimonio cultural, cómo contamos la historia de Europa y su historia».

Palabras clave

EUROHERIT, patrimonio, político, monumento, identidad europea, igualdad, tolerancia, derechos humanos

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