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Women’s movements and gestational surrogacy: engaging, debating and policy making

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Gestación por sustitución: cartografía de los debates reformistas y abolicionistas en Italia, México y los Estados Unidos

La gestación por sustitución es un tema muy controvertido. El equipo del proyecto WoMoGeS ofrece una visión de los discursos sociales contrapuestos para identificar los problemas y las soluciones de este tipo de gestación en tres países.

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La gestación por sustitución (GS) consiste en que una mujer acoge embriones formados a partir de óvulos y espermatozoides de los futuros padres o de donantes. Se trata de una opción atractiva para las parejas heterosexuales, cuando la mujer no puede llevar a término un embarazo por razones médicas, y para las parejas homosexuales. Se calcula que cada año nacen 20 000 bebés de este modo. El interés feminista por la GS ha ido creciendo, ya que plantea preguntas complejas como: ¿ayuda a la emancipación de las mujeres o la dificulta? «Dentro de las políticas reproductivas de las mujeres, la gestación por sustitución es la que más debate y divisiones suscita», afirma Daniela Bandelli, beneficiaria de una beca en el proyecto WoMoGeS, que cuenta con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie y se lleva a cabo en la Universidad LUMSA de Roma, en colaboración con la Universidad de Texas en Austin. A partir de tres estudios de caso realizados cada uno en un país diferente, Bandelli determinó los marcos conceptuales clave dentro de los discursos feministas predominantes. Descubrió que para los abolicionistas estos eran la «explotación reproductiva» y la «mercantilización de las mujeres y los niños», mientras que para los reformistas se trata de los «derechos reproductivos», la «autonomía de las mujeres» y la «protección de las mujeres y los niños». «El hallazgo clave fue la diferente prevalencia del planteamiento abolicionista o reformista dentro de los movimientos nacionales de mujeres y su organización en torno al tema», explica Bandelli.

Comparaciones entre países

Los tres estudios de caso de WoMoGeS se llevaron a cabo en tres países —Italia, México y los Estados Unidos— con diferencias en las condiciones sociales de las mujeres, la desigualdad social, la legislación sobre la GS y la aceptación social de este tipo de maternidad. Para cada estudio de caso, Bandelli investigó medios de comunicación destacados y llegó a analizar noventa y dos artículos de prensa: cuarenta y cuatro de Texas, veintiocho de México y veinte de Italia. Además, también realizó cincuenta entrevistas exhaustivas a feministas, activistas, investigadores y periodistas, entre otros. Bandelli descubrió que, en los Estados Unidos, el planteamiento normativo dominante entre las feministas busca mejorar la ética y la seguridad de la GS, con un discurso centrado en los contratos, la salud de las mujeres y los procedimientos médicos. «A pesar de ser la sede de la campaña “Detener la Subrogación Ahora”, la GS sigue siendo marginal en el debate público feminista estadounidense», según Bandelli. Para las feministas mexicanas, la GS es una preocupación emergente; algunas abogan por la regulación y otras por la prohibición para evitar la explotación de la pobreza. Sin embargo, las demandas de abolición son cuestionadas por la falta de confianza en su aplicabilidad por parte del Estado. «Aunque los partidarios de la regulación tienen más influencia en los responsables políticos, los abolicionistas están ganando terreno», señala Bandelli. En Italia, Bandelli descubrió que, aunque la oposición feminista a la GS es visible y está organizada, con actos y coaliciones, no existe una defensa establecida de la legalización de la GS dentro del movimiento de mujeres. Tal y como declara Bandelli: «La demanda de regulación proviene sobre todo de las parejas homoparentales y de las organizaciones de derechos civiles, y el debate se centra en el registro de nacimientos y los derechos de los padres sobre los bebés nacidos en el extranjero. Los argumentos feministas contra la GS giran en torno al principio de “mater semper certa”, que significa que la madre del niño queda establecida de forma concluyente, desde el momento del nacimiento, por el papel de la madre en el parto, junto con la maternidad como marcador de la identidad femenina». Bandelli también encontró que, mientras los abolicionistas tenían dos iniciativas internacionales principales, (la campaña Detener la Subrogación Ahora y la Coalición Internacional para la Abolición de la Maternidad Subrogada), los reformistas no tenían nada que pudiera compararse.

Un planteamiento más centrado en los niños

Bandelli sí encontró consenso en la necesidad de contar con más investigación científica y datos cuantitativos sobre los nacimientos por GS, así como estudios de seguimiento sobre el bienestar de las mujeres tras la GS y de los niños nacidos de esta manera. «En la formulación de políticas, los derechos de la infancia se subordinan a la libertad de autodeterminación del adulto. Por lo tanto, sugiero un cambio hacia un discurso más centrado en los niños», añade Bandelli. En su último libro Bandelli cuestiona las respuestas feministas actuales, como su idoneidad en varios supuestos futuros que podrían ver la disponibilidad de vientres artificiales viables, y cuestiona las posturas que sugieren que las mujeres que participan en la GS son cómplices de la violencia patriarcal contra las mujeres.

Palabras clave

WoMoGeS, gestación por sustitución, feminista, abolicionista, reformista, derechos reproductivos, regulación, nacimiento

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