Tacto y apariencia virtual: una nueva frontera de la realidad digital
Si la pandemia de COVID-19 se hubiese producido dentro de unos años, hubiéramos sentido su repercusión de una forma muy diferente. Aunque las tecnologías digitales nos han ayudado a conectarnos y comunicarnos a distancia, muchos hemos sufrido la privación del tacto como consecuencia de la distancia social. Sin embargo, una nueva investigación para colmar la «laguna táctil» en la tecnología digital está en marcha. Un equipo de investigadores trabaja a fin de conseguir realidades digitales con las que contactar e interactuar. Esta experiencia virtual tangible o «háptica» es la visión a largo plazo del proyecto H-Reality, financiado con fondos europeos. El objetivo es lograr una sensación de alta fidelidad a través de la tecnología que se utilice de forma fácil y confortable, para las experiencias de realidad aumentada (RA) y la realidad virtual inmersiva (RVI). «En la actualidad, gran parte de la investigación sobre RA y RVI se centra en mejorar el realismo de lo que vemos a fin de crear una experiencia virtual fotorrealista. Sin embargo, no existe una verdadera inmersión si no somos capaces de interactuar y tocar físicamente el entorno que nos rodea», explica Claudio Pacchierotti, investigador en IRISA y el CNRS, uno de los socios del proyecto. «La investigación sobre tecnologías hápticas es fundamental para lograr verdaderas experiencias inmersivas en el futuro. Eso también significa tener acceso a dispositivos ponibles y hápticos que sean eficaces».
Una mejor comprensión del tacto
Como primer paso, el equipo investigó los mecanismos del tacto. «La traducción de las señales mecánicas en la percepción táctil todavía no está clara», destaca Pacchierotti. Al pasar la mano por una superficie, las vibraciones viajan a través de la piel y estimulan unas terminaciones nerviosas denominadas «mecanorreceptores». A continuación, las terminaciones nerviosas convierten las vibraciones en señales eléctricas que se transmiten al cerebro. El equipo de H-Reality evaluó si el tacto vibratorio —la percepción táctil a través de las vibraciones— podría depender de las ondas mecánicas que se propagan por la mano. El equipo también encontró una ley universal que explica la colocación favorable de los mecanorreceptores sensibles a la vibración en muchos mamíferos. A partir de esta investigación, identificaron maneras de representar digitalmente las texturas y las formas, mediante la háptica sin contacto, la cual se basa en la háptica de contacto y los ultrasonidos a través de dispositivos vibrotáctiles y ponibles. A continuación, empezaron a combinar la háptica de contacto y sin contacto en prototipos de aplicación de RV inmersiva para demostrar el potencial y la capacidades de esta tecnología.
Nuevas maneras de conectarse a distancia
«Creemos que nuestro paradigma de interacción de háptica mixta puede revolucionar la manera en que los usuarios interactúan con los datos en una amplia gama de aplicaciones», destaca Pacchierotti. Por último, el equipo espera transformar completamente las interacciones en línea. Entre los ejemplos de aplicaciones concretas encontramos desde la utilización de máquinas peligrosas a una distancia segura, hasta la realización de cirugías a distancia. Aunque H-Reality se centra en una investigación fundamental, los investigadores ya trabajan en los próximos pasos para comercializar la tecnología. E-TEXTURES, un proyecto derivado y financiado con fondos europeos, examinará oportunidades en mercados que abarcan desde medios de comunicación y entretenimiento, hasta minoristas y asistencia sanitaria. Pacchierotti cree que el proyecto destaca la importancia de unir fuerzas y derribar las fronteras tradicionales entre distintas disciplinas, aunando agentes y experiencia de diferentes ámbitos. «La ciencia colaborativa es una pasarela a innovaciones y descubrimientos importantes», afirma.
Palabras clave
H-Reality, experiencia inmersiva, háptica de contacto, háptica sin contacto, realidad virtual, RV, tecnologías hápticas, ponible, tacto vibratorio, interacción de háptica mixta