Skip to main content
European Commission logo print header

Article Category

Contenido archivado el 2022-11-28

Article available in the following languages:

Jóvenes europeos aprovechan la oportunidad de debatir los programas de la UE con la comisaria Cresson

El 7 y 8 de octubre de 1997, la comisaria Edith Cresson, a cargo de investigación, innovación, educación, formación y juventud, mantuvo una charla con unos 120 jóvenes europeos, a los que se había invitado por haber participado en programas comunitarios. Esta feliz iniciativa,...

El 7 y 8 de octubre de 1997, la comisaria Edith Cresson, a cargo de investigación, innovación, educación, formación y juventud, mantuvo una charla con unos 120 jóvenes europeos, a los que se había invitado por haber participado en programas comunitarios. Esta feliz iniciativa, la primera en su clase, permitió a los jóvenes, de entre 18 y 29 años de edad, presentar sus puntos de vista -favorables o no- acerca de los programas en los que habían intervenido. Los programas que se trataron se dividen en tres grupos: investigación e innovación, educación y formación y programas para la juventud. Se organizaron talleres separados, reuniendo a participantes en programas de cada uno de estos tres sectores. A continuación, se celebró una sesión abierta con la Sra. Cresson, a quien los jóvenes presentaron los resultados de todos los talleres, iniciándose entonces el debate. En términos generales, los participantes pidieron que se pusiera a disposición del público más información acerca de las posibilidades de participar en los programas y que esas posibilidades se promocionaran en mayor medida, si bien la difusión de la información parece variar considerablemente entre los Estados miembros. Vinculada a la necesidad de más información está la de alentar a un sector más amplio de participantes, ya que aquellos procedentes de grupos o de regiones menos favorecidas a menudo están menos enterados de las oportunidades que existen. A esa relativa falta de información, debe agregarse la dificultad de participar que, con frecuencia, experimentan esos grupos. Muchos asistentes también pidieron que se extendieran las oportunidades de tomar parte en programas europeos a niños de edad escolar. Otras conclusiones generales se relacionan con la necesidad de reducir la burocracia que rodea la participación en programas comunitarios, manifestándose particular inquietud acerca del tiempo que implican los trámites de solicitud. La reducción de los obstáculos a la movilidad dentro de Europa, tales como políticas impositivas y de seguridad social y reglamentos administrativos en los distintos Estados miembros, también se destacó como ámbito que requiere medidas. En respuesta a estas cuestiones, la Sra. Cresson tomó nota de la necesidad de mejorar aun más la difusión de la información y anunció el próximo establecimiento de un punto de acceso especial para ayudar a la gente joven a obtener información acerca de los programas en el servidor Europa de la Comunidad en la World Wide Web. También prometió hacer cuanto estuviera a su alcance para acelerar los plazos de respuesta dentro de la administración de los programas, si bien en este aspecto mucho depende de los Estados miembros y de las organizaciones dentro de los mismos. Con respecto a los obstáculos a la movilidad, mencionó el Libro Verde de 1996 relativo a la movilidad transnacional y propuestas posteriores orientadas a eliminar barreras a becados y aprendices. No obstante, la comisaria agregó que la solución de esos problemas estaba, en gran parte, en manos de los Estados miembros y pidió a los jóvenes asistentes que utilizaran sus experiencias para ejercer influencia en las autoridades de sus propios países. A modo de ejemplo de la escala del problema, la Sra. Cresson observó que en algunos Estados las becas están exentas de impuestos, mientras que en otros se imponen gravámenes de hasta el 60%. Entre otras cuestiones relativas específicamente a la investigación y la innovación y que, a juicio de los participantes, deberían tenerse en cuenta al formular futuros programas se citaron: - la investigación puede contribuir a solucionar los problemas europeos, si bien no debe considerarse como "panacea universal". A fin de contribuir plenamente, la investigación debe formar parte de una política general integrada. Al mismo tiempo, se debe contar con una contribución de la investigación socioeconómica; - la UE tiene una función que desempeñar en la investigación, pero debería concentrarse en problemas a nivel europeo y responder a las necesidades y expectativas de los usuarios. El fomento de la investigación interdisciplinaria y la creación de redes deberían formar una parte fundamental de la acción comunitaria; - los participantes, muchos de ellos becados que, como parte de sus cursos de doctorado, habían trabajado en el Centro Común de Investigación, pidieron una mejor definición de la función del CCI; - muchos de los participantes señalaron a la Asociación Marie Curie, para ex becados dentro del programa de formación y movilidad de investigadores (FMI), como modelo de formación de redes y seguimiento de las experiencias de los becados, e hicieron un llamamiento para que se adoptaran otras iniciativas de este tipo. La comisaria Cresson se refirió a la necesidad de fomentar una mentalidad de innovación en Europa y de eliminar el estigma que supone el fracaso de empresas arriesgadas, algo que en su opinión coloca a Europa en una posición de desventaja frente a sus principales competidores, en particular EE.UU. Con respecto a la formación de asociaciones y al fomento de redes de cooperación entre ex participantes, se ofreció a ayudar en el establecimiento de esas redes. Al terminar la charla, la comisaria afirmó que la reunión había sido, desde un punto de vista personal, interesante y satisfactoria, y que la Comisión iba a tener en cuenta las opiniones de los participantes. En respuesta a la solicitud de convertir el foro en una acontecimiento periódico, Edith Cresson insinuó que la Comisión iba a considerar la celebración anual de un foro de esta clase.