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Pliocene Constraints on Earth System Sensitivity

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La sensibilidad del clima al incremento del dióxido de carbono a largo plazo

El estudio del nivel de dióxido de carbono y de la magnitud del cambio climático en el pasado podría ayudarnos a predecir la magnitud del calentamiento del planeta incluso después del final de este siglo, según afirman climatólogos apoyados por la Unión Europea.

Cambio climático y medio ambiente icon Cambio climático y medio ambiente

Estos climatólogos, participantes en el proyecto PLIO-ESS (financiado con fondos europeos), han dedicado los últimos cinco años a dar con una cifra; no una cifra antigua cualquiera, sino una cifra que permita prever con mayor precisión la sensibilidad de la temperatura del planeta a las emisiones de dióxido de carbono (CO2). Hasta ahora, los cálculos destinados a definir una metas de estabilización de las emisiones de CO2 que permitan limitar el calentamiento del planeta se han centrado en la respuesta del sistema climático terrestre fijándose en efectos rápidos como la nubosidad y el albedo de la banquisa. Este concepto se denomina «sensibilidad climática de equilibrio» (ECS, Equilibrium Climate Sensitivity) o a corto plazo. Consecuencias lentas «Sin embargo, en los últimos tiempos se ha cobrado conciencia de que hay otros componentes del sistema terrestre que responden más lentamente. Si se incrementa la cantidad de CO2, la banquisa responde con relativa rapidez, pero en cambio se produce cierto retardo hasta que se aprecia una reacción en la distribución de la vegetación, mientras que los casquetes de hielo pueden tardar milenios en responder», señaló el profesor Alan Haywood, coordinador del proyecto y catedrático de modelización paleoclimática en la Universidad de Leeds (Reino Unido). Esta nueva noción de receptividad, llamada «sensibilidad del sistema terrestre» (ESS, Earth System Sensitivity), ha surgido en el último decenio y ofrece una perspectiva distinta sobre el futuro de nuestro clima. El equipo participante en PLIO-ESS se propuso proporcionar un cálculo sólido de la ESS fijándose en el último periodo de la historia de la Tierra en el que los niveles de CO2 fueron como los actuales, hace tres millones de años, en el periodo cálido del Plioceno medio. Los científicos introdujeron registros de los casquetes polares y la vegetación del Plioceno medio en modelos del sistema terrestre y climático. Valiéndose de indicadores indirectos de tipo geológico relativos a las dos variables, la distribución de la vegetación y la cubierta de hielo, «ejecutamos centenares de simulaciones climáticas nuevas, en un intento por obtener una muestra densa de este periodo», informó el profesor Haywood. Con la ayuda del Centro Hadley de Previsión e Investigación Climática del Instituto Meteorológico del Reino Unido y de diversos grupos de modelización climática de todo el mundo, hicieron uso de una gama amplia de modelos punteros para calcular la ESS, asegurándose así de que sus hallazgos no estuviesen restringidos a ningún modelo en concreto. Una ventaja imprevista del proyecto es que favoreció un aumento de la capacidad de modelización climática en relación con el Plioceno. En 2008, ocho grupos internacionales de investigación acordaron realizar simulaciones climáticas sobre dicho periodo, mientras que en 2016 esa cifra se elevó a dieciséis. Un incremento mayor Transcurridos cinco años, el equipo de PLIO-ESS cuenta ya con pruebas suficientes para asegurar que la ESS es indudablemente mayor que la ECS. «Prevemos que, para cuando las consecuencias más lentas se empiecen a materializar, incrementen la temperatura irremediablemente por encima de lo que uno podría prever basándose solo en la ECS. Así que ahora cabe preguntarse ¿cuánto por encima?», indicó el profesor Haywood. Sus hallazgos apuntan a que la ESS es hasta dos veces mayor que la ECS, según afirman en un artículo publicado en «Climate of the Past» en 2013. «Si se esperaba un aumento de 3°C por la ECS, en el peor caso posible, en realidad podría tratarse de hasta 6°C. Pero nuestra respuesta más fiable estadísticamente es que la ESS es 1,5 veces mayor que la ECS, así que si se obtiene una sensibilidad climática de 3°C, nuestra apuesta sería la cifra de 4,5°C», afirmó el profesor Haywood. Este resultado podría cambiar radicalmente el debate en torno a la cantidad de CO2 que se puede verter a la atmósfera sin llegar a cruzar cierta línea roja en cuanto al clima. Según concluyó el profesor Haywood, «hasta ahora el enfoque ha estado principalmente en la respuesta de la Tierra hasta el final del siglo XXI. Ahora sabemos que, incluso si estabilizamos la concentración de CO2 en la atmósfera, seguirá habiendo un calentamiento adicional por dichas consecuencias a más largo plazo».

Palabras clave

PLIO-ESS, Earth Sensitivity System, metas de estabilización del clima, emisiones de CO2, modelización climática

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