Científicos se embarcan en un nuevo proyecto de gestión de la pesca
Un proyecto financiado con fondos comunitarios que reúne a pescadores y científicos para debatir sobre los problemas a los que se enfrenta la industria pesquera ha llevado a cabo una evaluación sobre la percepción que poseen científicos y pescadores sobre su colaboración. El proyecto GAP1 («Acercamiento entre ciencia y agentes interesados: fase 1, base común»), financiado con 6 millones de euros mediante el área temática «Ciencia y Sociedad» del Séptimo Programa Marco (7PM), es la primera parte de un programa dedicado a desarrollar planes de acción para efectuar una ordenación territorial marina, evaluar la sostenibilidad de los recursos y pesquerías, llevar a cabo estudios marinos ecológicos, desarrollar medidas de gestión y tomar decisiones sobre la gestión de la pesca. La participación activa de los pescadores brinda a los científicos un acceso muy valioso a los aspectos prácticos de la gestión diaria de las pesquerías europeas. Juntos, pescadores y científicos de toda Europa tratarán de resolver algunos de los mayores problemas a los que se enfrentan el océano y las industrias pesqueras hoy en día. Al compartir conocimientos y experiencias, investigarán casos prácticos que conducirán a las soluciones más viables para problemas como la sobrepesca, la contaminación, los daños causados al océano por la pesca de arrastre y la gestión sostenible de los recursos. Además de desarrollar asociaciones científicas, los socios de GAP1 también evaluaron el proceso de colaboración en sí mismo. Esto ha proporcionado importante información sobre la mejor forma de entablar colaboraciones fructíferas. Como parte de la evaluación, los investigadores realizaron unas veinte entrevistas a pescadores y científicos. Algunas de las preguntas formuladas fueron las siguientes: «¿qué le ha parecido la experiencia de colaborar con pescadores/científicos?», «¿qué consejos aportaría para mejorar la cooperación?» y «¿cuáles son sus dudas sobre este tipo de cooperación?». «Lo que le recomendaría a cualquier científico que desee conseguir la ayuda de los pescadores es que primero se suba a los barcos y observe el trabajo que realizamos. Así podrá darse cuenta inmediatamente de lo que podemos hacer nosotros para ayudarle», respondió un pescador. «No vamos a impedir que suban al barco, siempre y cuando no interrumpan nuestro trabajo.» Otro afirmó que «Científicos o biólogos han de venir y observar ellos mismos de qué estamos hablando. No me voy a sentar durante horas para contarle a la gente qué es lo que hacemos; los científicos pueden averiguarlo ellos mismos pasando un día en un barco pesquero normal y corriente. Así pueden ver cómo trabajamos, y esto podría servir de ayuda a otros científicos porque después pueden divulgar sus experiencias.» El consorcio GAP1, compuesto por dieciséis instituciones científicas y quince empresas y otros agentes de once países, confía en crear nuevos patrones de gestión efectivos que impacten de forma positiva y contundente en la industria pesquera europea. A principios de este año, el proyecto publicó una «Guía de Buenas Prácticas» sobre cómo científicos y pescadores u otros agentes pueden colaborar de forma más efectiva. Una de las motivaciones de GAP1 es conseguir involucrar a la sociedad para que sea más fácil para todos tomar decisiones colectivas sobre los temas científicos más importantes para la gestión sostenible del entorno marino.