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Potocnik: el desequilibrio de sexos en la ciencia es «un desperdicio de oportunidades y talento»

Pese al aumento en la cantidad de mujeres dedicadas a la ciencia, éstas siguen siendo una minoría que supone el 30% del total de investigadores de Europa. Además, los puestos científicos de más responsabilidad siguen estando copados por hombres. Éstas son algunas de las conclu...

Pese al aumento en la cantidad de mujeres dedicadas a la ciencia, éstas siguen siendo una minoría que supone el 30% del total de investigadores de Europa. Además, los puestos científicos de más responsabilidad siguen estando copados por hombres. Éstas son algunas de las conclusiones principales de la última versión del informe sobre mujeres y ciencia en Europa «She Figures» [en inglés, juego de palabras entre «Cifras de mujeres» y «Ella figura»], publicado cada tres años por la Comisión Europea y el Grupo de Helsinki sobre mujeres y ciencia. «Aunque algunas tendencias sean positivas, el dato de que las mujeres se encuentran infrarrepresentadas en las carreras científicas debería ser preocupante para todos», comentó el Comisario de Ciencia e Investigación de la UE, Janez Potocnik. «Este desequilibrio entre los sexos en la ciencia es un desperdicio de oportunidades y talento que Europa no se puede permitir.» No obstante, las cifras contienen varias buenas noticias. La cantidad de científicas aumenta a mayor velocidad que la de los hombres: entre 2002 y 2006, el porcentaje de mujeres se elevó un 6,3% anual, mientras que el aumento de los hombres fue sólo del 3,7%. La cantidad de mujeres con un doctorado también aumentó. En 2006, el 45% de los doctorados se otorgó a mujeres, en comparación al 39,6% en 2001. En muchos campos son más las mujeres que se doctoran que los hombres, sobre todo en los de educación, artes y humanidades, agronomía y veterinaria y servicios sociales y sanitarios. La cantidad total de científicas aumenta en la mayoría de las disciplinas, particularmente en las ciencias médicas, humanidades, ingeniería y tecnología y ciencias sociales. Sin embargo, las cifras ponen de manifiesto grandes diferencias entre disciplinas y sectores. Por ejemplo, mientras que las mujeres suponen un 39% y un 37% del total de investigadores en el sector gubernamental y de la educación superior respectivamente, tan sólo representan el 19% en el sector empresarial. «La inversión en I+D por cada investigador es normalmente mayor en el sector empresarial», se indica en el informe. «Parece existir una relación negativa entre el volumen de inversión y la representación femenina, ya que el sector empresarial es precisamente en el que las mujeres están menos representadas.» Si se comparan las cifras entre disciplinas, las mujeres suponen el 64% de los doctorados en educación y algo más del 50% en los de las artes y humanidades, sanidad y bienestar y agronomía y veterinaria. En cambio, obtuvieron el 41% de los doctorados en ciencia, matemáticas y computación y tan sólo el 25% en las áreas de ingeniería, fabricación y construcción. Otro tema de suma importancia destacado en el informe consiste en la «segregación vertical» que se da en la profesión académica. El porcentaje femenino del alumnado universitario es superior al masculino y, como se indica en el informe, las mujeres obtienen casi la mitad de los doctorados. Sin embargo, cuanto más alto se sube en los puestos de responsabilidad en este ámbito, menor es la proporción de mujeres. Las mujeres representan el 44% de los investigadores de grado C (postdoctorado), el 36% del personal de grado B y tan sólo el 18% de los de grado A (profesores titulares). Incluso en las disciplinas con mayor proporción de investigadoras, las profesoras siguen siendo minoría: sólo el 27% del profesorado de humanidades y el 18,6% del de ciencias sociales. En el campo de la ingeniería y la tecnología las profesoras sólo suponen el 7,2% del total de plazas docentes. Además, únicamente el 13% de las instituciones de educación superior y el 9% de las universidades están dirigidas por mujeres, y sólo el 22% de los miembros de los consejos de administración son mujeres. El informe indica que, a pesar de la rápida progresión de las mujeres en la ciencia, «todavía no se ha logrado una igualdad de oportunidades para participar en los órganos de decisión relativos a las políticas científicas, temas de investigación y becas». El informe prosigue: «Es crucial que se promocione una elevada representación femenina en los consejos de administración que determinan la política científica de todos los países. Su presencia es básica no sólo para la promoción de las mujeres en la ciencia; en la investigación científica, la diversidad es un factor que influye en las posibilidades de alcanzar la excelencia.» «No existe ninguna solución instantánea», afirmó el Comisario Potocnik al respecto. «Hemos de derribar todos los obstáculos estructurales existentes a lo largo de la carrera de las científicas. La Comisión Europea seguirá apoyando acciones dedicadas a reforzar el estado y la participación de las mujeres en la ciencia, lo que no sólo es beneficioso para la ciencia europea, sino también para nuestra sociedad y nuestra economía.»