¿Por qué meterías un ordenador en el congelador?
Los ordenadores cuánticos exigen condiciones criogénicas precisas, ya que los cúbits son sensibles al calor y las interferencias. Por el contrario, los componentes electrónicos de apoyo producen calor y tienen dificultades para funcionar en condiciones de frío extremo. El equipo del proyecto SEQUENCE, financiado con fondos europeos, desarrolló transistores y modelos criogénicos para reducir el consumo de energía y, por tanto, el calor generado, y mejoró circuitos como amplificadores de bajo ruido y convertidores digitales analógicos. El proyecto se presenta ahora en la serie de vídeos explicativos de CORDIS titulada «Make the Connection». Las innovaciones logradas en SEQUENCE suponen un paso importante hacia una electrónica criogénica eficiente y escalable con un amplio abanico de aplicaciones. «La tecnología no sólo beneficiará al desarrollo de tecnologías cuánticas», afirma el coordinador del proyecto, Lars-Erik Wernersson; gracias a sus refinados modelos de transistores y a su capacidad para funcionar a temperaturas extremadamente bajas, la tecnología de SEQUENCE encuentra aplicaciones en la fabricación de semiconductores y en la tecnología espacial. «Make the connection with EU science» consiste en una serie de vídeos explicativos centrados en el contenido científico y la aplicación de los proyectos de investigación de la Unión Europea.
Palabras clave
SECUENCIA, electrónica criogénica, transistor, semiconductor, informática cuántica, sistemas de comunicación