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Microwave, Ultrasonic and Plasma assisted Syntheses

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Nuevas técnicas para estimular la industria química de la Unión Europea

El descubrimiento de nuevas fuentes de energía y catalizadores que permitan alcanzar una producción química rentable y de alta productividad podría impulsar la competitividad de la industria europea.

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El proyecto MAPSYN, financiado por la Unión Europea, ha logrado desarrollar microrreactores y reactores de flujo continuo a escala industrial que hacen posible una síntesis química asistida de manera eficiente empleando fuentes de energía poco convencionales. Entre los resultados aprovechables cabe mencionar módulos de flujo listos para comercializar, catalizadores patentados y nuevas técnicas de producción de sustancias químicas. Estas innovaciones podrían contribuir a reducir los costes de producción de la industria química europea y aumentar la productividad por medio de un procesamiento continuo y no por lotes. «Ya se ha trabajado mucho en este campo debido a la necesidad de conseguir una mayor eficiencia energética en la producción de sustancias químicas útiles, un procesamiento más veloz y una productividad más elevada», afirma la responsable del proyecto, la Dra. Rachel James, de la empresa C-Tech Innovation (Reino Unido). «En el proyecto MAPSYN se reunieron procesos y catalizadores de reacciones químicas nuevos, innovadores y eficientes desde el punto de vista energético, los cuales se aplicaron a escala industrialpara lograr unos niveles mínimos de costes y necesidades de energía». La industria química europea produce un 16,7 % de los componentes químicos de todo el mundo, da trabajo a 1,2 millones de personas y aporta 527 000 millones de euros a la economía de la Unión Europea. Es el principal exportador e importador de productos químicos del mundo, suministra a casi todos los sectores y proporciona productos y servicios esenciales a industrias desde la farmacéutica hasta la cosmética, pasando por los sectores de la sanidad, la construcción y la agricultura. La competencia internacional es más intensa que nunca, sobre todo la procedente de regiones del mundo que normalmente pueden acceder con más facilidad a las materias primas y a fuentes de energía y mano de obra más baratas. Por ello, es de vital importancia que Europa desarrolle técnicas de producción eficientes y sostenibles que le permitan conservar su posición en el mundo y contribuir al cumplimiento de los objetivos medioambientales de la Unión Europea. Uno de los elementos fundamentales del proyecto MAPSYN era la creación de dos demostradores, que permitieron al equipo reunir datos acerca de la eficiencia energética y la productividad. El primer demostrador puso a prueba un proceso de fijación de nitrógeno mediante plasma que reveló una productividad y un uso de la energía prometedores. En el segundo demostrador, se desarrollaron microrreactores diseñados para ser transparentes a la radiación por microondas que se combinaron posteriormente con novedosos catalizadores y un innovador sistema de flujo por microondas. «Estamos a punto de dar comienzo a la última ronda de pruebas y estamos convencidos de que esta tecnología va a mostrar unas ventajas evidentes», afirma la Dra. James. Sin duda, ambos demostradores han puesto de manifiesto la viabilidad de la utilización del plasma y las microondas como fuentes de energía innovadoras de cara a lograr las reacciones químicas necesarias. Los módulos de procesos de flujo creados por los socios del proyecto ya se han comercializado. Por otra parte, los socios del proyecto han logrado sintetizar y caracterizar nuevos catalizadores para la fijación del nitrógeno y la hidrogenación, y los miembros del equipo están seguros de que ofrecerán una productividad superior. Algunos de los catalizadores de hidrogenación ya se han patentado. «Si los dos demostradores logran unos buenos resultados finales, es probable que nuestros socios industriales continúen realizando pruebas después de la finalización del proyecto para así recabar la mayor cantidad de información posible», afirma la Dra. James. «Las cuestiones esenciales son si los nuevos sistemas resultan económicamente rentables a los usuarios finales, si los catalizadores de reciente creación pueden usarse solos y si sería posible dar otras aplicaciones a los nuevos sistemas de microondas». Estas tecnologías poseen potencial para abrir las puertas a nuevos modelos de negocio y productos. Por ello, el proyecto ha sido todo un éxito desde el punto de vista de su aprovechamiento. «Algunos catalizadores se han patentado, mientras que el análisis que hemos realizado de otros nos ha ayudado a comprender mejor sus propiedades», explica la Dra. James. «Además, hemos pasado el proceso de plasma del ámbito de un pequeño laboratorio a escala de fabricación. Ha habido una extensa etapa de investigación previa muy útil y también se han desarrollado nuevas aplicaciones industriales potenciales». El proyecto MAPSYN concluirá a finales de mayo de 2016.

Palabras clave

MAPSYN, nuevas fuentes de energía, catalizadores, microrreactores, eficiencia energética, demostradores, proceso de plasma

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