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Community-Based Policing and Post-Conflict Police Reform

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La importancia de tener en cuenta a la comunidad para mantener el orden en países posconflicto

Las buenas relaciones entre la policía y la comunidad mejoran la seguridad de todos, pero esta tarea puede ponerse en peligro en muchos países que salen de un conflicto. El fortalecimiento de la responsabilidad policial y un planteamiento que vaya más allá de la mera vigilancia son algunas de las formas de abordar este desafío.

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En muchos países que salen de un conflicto, el mantenimiento del orden se percibe como la máxima prioridad policial. El peligro de que perdure la violencia puede dar lugar a estrategias de mano dura, sobre todo en cuanto a la lucha contra militantes. Como resultado, la policía acaba por considerarse más como una fuerza que como un servicio. Según explica la coordinadora del proyecto ICT4COP Ingrid Nyborg, profesora asociada de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida: «Este estilo de policía tiene un vínculo débil con las comunidades locales. y se genera así un vacío de confianza grave. Sentimos que era necesario adoptar un nuevo método».

La policía orientada a la comunidad

El proyecto ICT4COP se puso en marcha con la intención de analizar formas de reforzar la labor policial orientada a la comunidad (COP, por sus siglas en inglés) en contextos posconflicto. Las estrategias de la COP tratan de desarrollar y mantener relaciones policiales con los miembros de la comunidad, en lugar de imponer un control descendente. Los investigadores pertenecientes al proyecto estudiaron doce países posconflicto en América Latina, el sudeste de Europa, África y el sur de Asia. Cada situación se examinó de forma independiente, a fin de extraer escollos comunes que pudieran interponerse a una COP y formular recomendaciones. En todos los casos estudiados, se apreció una variedad de proveedores de seguridad. «A menudo se asume que el Estado posee el monopolio en la provisión de seguridad, pero esto rara vez es así —confiesa Nyborg—. De hecho, los proveedores de seguridad del Estado pueden ser percibidos como fuentes de inseguridad». Los proveedores de seguridad no gubernamentales pueden incluir organizaciones rebeldes, redes criminales y empresas de seguridad privada, circunstancias locales que se deben reflejar en las iniciativas locales. Otro hallazgo clave fue que las relaciones entre la comunidad y la policía varían mucho entre regiones. Esto significa que la COP, a pesar de ser una concepción común, se apreciará inevitablemente de forma diferente en Somalia que en Pakistán. En términos tecnológicos, la investigación realizada descubrió que el uso de las TIC no genera automáticamente confianza ni mejora las relaciones entre la comunidad y la policía. Cuando se desconfía de la policía, es poco probable que los ciudadanos acojan con agrado las herramientas informáticas introducidas por esta. Es necesario considerar las TIC como algo más que una mera herramienta para la vigilancia o la denuncia de delitos. Por último, la investigación apreció la necesidad de abordar más las cuestiones de género en la COP y en la tendencia de la policía a asumir que los jóvenes están involucrados en actividades delictivas.

Construir confianza mutua

Aunque los investigadores registraron un progreso limitado, sus hallazgos ponen de relieve la importancia de la COP como un medio para mejorar las relaciones entre la policía y la comunidad, y además fortalecer la seguridad ciudadana. Un elemento fundamental en todo esto es la necesidad de generar confianza mutua. «La rendición de cuentas debe provenir no solo de la comunidad, sino también de la policía», señala Nyborg. Además, si bien la orientación internacional puede ayudar, la COP no debe percibirse como extranjera o externa. Las fuerzas policiales locales deben aceptar el concepto de COP por sí mismas y forjar una cooperación significativa con las comunidades locales. «Se trata tanto de la conducta y la cultura policial como de las habilidades técnicas», añade Nyborg. Para convertir los resultados en hechos, el equipo del proyecto ofreció distintos recursos para las fuerzas policiales y las comunidades. Entre ellos figuran un manual electrónico sobre cuestiones clave relacionadas con la COP, así como un curso de aprendizaje a distancia para asesores policiales internacionales. La red de expertos policiales establecida por el proyecto actuará como foro para la policía, el entorno académico y la sociedad civil, en el que reunirse y aprender unos de otros. «También recibimos solicitudes de colaboración de instituciones policiales nacionales e internacionales y agentes de la sociedad civil y seguiremos interactuando como red en pos de una COP reflexiva, participativa y cocreada con la sociedad civil».

Palabras clave

ICT4COP, seguridad, vigilancia, comunidad, TIC, conflicto, delictivo, violencia

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