El papel de la lingüística para evitar las condenas erróneas
Los lingüistas forenses examinan de forma exhaustiva textos escritos u orales. Este trabajo es importante en diversos contextos, como la comprensión del Derecho escrito o la obtención de información a partir de interrogatorios policiales o transcripciones judiciales. «Una aplicación práctica que me parece especialmente interesante es la atribución de la autoría(se abrirá en una nueva ventana) —afirma la coordinadora del proyecto TICLAUS(se abrirá en una nueva ventana), Leanne Bartley, de la Universidad de Granada(se abrirá en una nueva ventana) (España)—. Se trata esclarecer el posible autor de un texto, cuya autoría se desconoce ahora pero que puede identificarse por su “huella lingüística”. Es decir, todos tenemos estilos lingüísticos que varían de una persona a otra y dependen de con quién interactuemos».
La lingüística forense aplicada al análisis de condenas erróneas
El equipo del proyecto TICLAUS, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana), pretendía poner de relieve la posible aplicación de la atribución de la autoría en la determinación de condenas erróneas. También quería abordar ciertas cuestiones relacionadas con la lingüística forense. «Uno de los problemas es que podría ser bastante fácil generalizar en exceso los rasgos de la propia huella lingüística —explica Bartley—. El peligro es que esto podría conducir en última instancia a la condena errónea de una persona inocente». En este sentido, Bartley decidió tomar las transcripciones de asuntos en los que personas inocentes enviadas a prisión han sido exoneradas desde entonces. «Tuve que armarme de paciencia y llamar a muchas puertas, metafóricamente hablando, para poder acceder a las transcripciones judiciales», señala. Bartley también entrevistó a muchos de los exonerados y les dio voz y la oportunidad de compartir sus experiencias de haber sido condenados injustamente.
Sensibilización sobre la relación entre lengua, Derecho y justicia
Un análisis minucioso de las transcripciones judiciales permitió a Bartley comprender mejor hasta qué punto, junto con otras causas comunes de condenas erróneas como los errores forenses, la identificación errónea de testigos oculares y las confesiones falsas, el lenguaje utilizado en los órganos jurisdiccionales podía ser un factor que contribuyera a llegar a condenas erróneas. El proyecto ya ha concluido y Bartley está a la espera de que se publique un capítulo de un libro basado en sus hallazgos. «Mi equipo de investigación y yo también organizamos un taller sobre lengua, Derecho y justicia, que reunió a más de setenta personas de más de cuarenta países —añade Bartley—. Este ha sido sin duda uno de los resultados más impactantes en términos de concienciación sobre cómo utilizamos el lenguaje y la repercusión que esto puede tener en los asuntos penales». A través del proyecto, Bartley también tuvo la oportunidad de trabajar con organizaciones de la sociedad civil como Innocence Canada, Wrongful Convictions Collective e Interrogating Justice, y prestarles apoyo lingüístico forense.
Combatir la injusticia con el lenguaje
En el futuro, Bartley tiene la intención de establecer su taller sobre lengua, Derecho y justicia como un acto bianual. La próxima publicación de un libro servirá también como material didáctico para módulos universitarios de lingüística forense y, más concretamente, abordará la importancia del lenguaje en los casos de condenas erróneas. En última instancia, Bartley espera que este proyecto ayude a concienciar sobre el poder de las palabras y cómo pueden llevar a acusar injustamente a personas inocentes. «También tengo la intención de seguir trabajando en red con organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo para ayudar, cuando sea necesario, en posibles casos futuros de condenas erróneas, cuando haya un aspecto lingüístico que deba abordarse», concluye.