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European-Japanese Virtual Coach for Smart Ageing

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Un entrenador virtual que fomenta una vida sana e independiente

Un entrenador virtual a domicilio podría ayudar a las personas mayores a mantenerse activas física y mentalmente, además de conectadas con su comunidad, y prevenir la aparición temprana de enfermedades.

Las personas vivimos más años, lo que significa que aumenta la presión sobre los servicios médicos para los tratamientos seniles. Para hacer frente a esta situación, el equipo del proyecto e-VITA(se abrirá en una nueva ventana) pretendía apoyar el envejecimiento activo y saludable de las personas mayores que viven de forma independiente en la comunidad, mediante la aplicación innovadora de la tecnología. Tal y como explica el coordinador del proyecto, Rainer Wieching, de la Universidad de Siegen(se abrirá en una nueva ventana) (Alemania): «Nuestro objetivo era prevenir la progresión de la enfermedad mediante la intervención temprana de un entrenador virtual. Este entrenador conversaría con naturalidad con los usuarios en su casa, les daría consejos que se ajustaran a sus necesidades sanitarias específicas y sería también sensible a cuestiones como su bienestar espiritual».

Científicos, pioneros de la inteligencia artificial y expertos en robótica

Para lograr este objetivo, el proyecto reunió a científicos y expertos en robótica de Europa y Japón. «Queríamos que nuestra tecnología se basara en el procesamiento del lenguaje natural —dice Wieching—. Los usuarios pueden hablar con sus dispositivos: no necesitan teclear la información». Se recopilaron datos sobre una serie de temas relacionados con la salud, como el ejercicio, la nutrición, el sueño y el bienestar cognitivo y emocional. El equipo también tuvo en cuenta la espiritualidad y la religión. Los aspectos culturales fueron una parte importante de la investigación y el desarrollo del equipo. «A continuación, desarrollamos interfaces de programación de aplicaciones (API) para conectar distintos dispositivos de recogida de datos —añade Wieching—. Esta información se envió a nuestra plataforma, que luego se conecta con el entrenador virtual y ofrece oportunidades de personalización». Estos entrenadores virtuales también se consideraron complementarios de los equipos de voluntarios, investigadores y organizaciones asistenciales, que harían un seguimiento periódico de los usuarios en la comunidad local.

Pruebas tecnológicas a través de laboratorios vivientes

La plataforma de entrenadores virtuales del proyecto se probó en entornos reales de cuatro países: Francia, Alemania, Italia y Japón. El equipo utilizó el concepto de laboratorios vivientes, en el que los usuarios finales participan desde el principio y pueden hacer aportaciones y comentarios a medida que avanza el proyecto. «Aprendimos que no podíamos empezar solo desde el punto de vista tecnológico», indica Wieching. Participaron más de 140 personas mayores. En ocasiones esto supuso un reto, dada la pandemia de COVID-19 y el hecho de que las personas mayores que viven en la comunidad son más difíciles de satisfacer que una cohorte de personas mayores que viven en residencias. No obstante, este grupo pudo utilizar el sistema e-VITA durante unos seis meses, con el apoyo de cuidadores locales.

Reforzar el bienestar físico, cognitivo y social

Posteriormente, se realizaron entrevistas para evaluar la utilidad y eficacia del concepto de entrenador virtual para reforzar el bienestar físico, cognitivo y social. En general, los resultados mostraron que el grupo de intervención mejoró considerablemente en los ámbitos físico, emocional y social frente al grupo de control en la mayoría de los centros de estudio de Europa y Japón. También se llevó a cabo un análisis económico, que mostró cómo las mejoras en la prevención podían suponer un ahorro de costes sanitarios. También se estimó cuánto costaría introducir esas innovaciones en el mercado, lo que permitió calcular los posibles beneficios sociales en términos de coste. «Las frecuentes evaluaciones de usuarios finales y partes interesadas también nos ayudaron a identificar dónde podían hacerse mejoras», señala Wieching. El equipo del proyecto avanza ahora hacia su aprovechamiento comercial. Se han identificado varios de los primeros adoptantes y la cooperación entre socios europeos y japoneses va a continuar. «Hay un notable interés por nuestra innovación en las zonas rurales, donde faltan cuidadores y personal médico —concluye Wieching—. Este es un ámbito en el que sin duda esperamos extender nuestro modelo de entrenador virtual, tanto en Europa como en Japón».

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