Una producción más ecológica y energéticamente eficiente de fertilizantes para el mundo
El proyecto CONFETI(se abrirá en una nueva ventana) se puso en marcha con el ambicioso objetivo de hacer frente a cuatro retos mundiales fundamentales que contribuyen al cambio climático, la degradación medioambiental y la desigualdad entre países, a saber: las emisiones de CO2, la demanda energética, la escasez de alimentos y la contaminación por nitrógeno. En el proyecto se abordan esos retos a través del desarrollo de un método de producción de fertilizantes más ecológico y energéticamente eficiente, en el cual no se emplean recursos fundamentales y no se generan residuos químicos ni emisiones de carbono.
De perjudicial a beneficioso
En CONFETI se trabaja en la captura de CO2 y nitrógeno, dos contaminantes perjudiciales para el medio ambiente, y su conversión en productos valiosos, como la urea, utilizando como fuente de energía la materia orgánica del suelo y la luz solar. Gracias a este planteamiento, los residuos se podrán convertir en un recurso energéticamente eficiente y con un impacto ambiental mínimo, promoviendo así un modelo de economía circular y unas prácticas agrícolas sostenibles en todo el mundo. El sistema autosuficiente concebido en el proyecto utilizará tecnologías fotoquímicas y electroquímicas para capturar CO2 y nitrógeno directamente del aire o de los gases de combustión. A continuación, convertirá esos gases en urea «in situ» utilizando fuentes de energía sostenibles, y suministrará el fertilizante resultante de forma autónoma, sin necesidad de almacenamiento ni transporte. «El proyecto se centra en promover la sostenibilidad ambiental revolucionando la forma de producir fertilizantes, en consonancia con los objetivos mundiales de reducir las repercusiones del cambio climático y la escasez de alimentos en países con recursos limitados», explica Gonzalo Guirado López, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona, entidad coordinadora del proyecto CONFETI. El equipo del proyecto CONFETI, que apenas a llegado al ecuador de sus tres años de duración, ya ha demostrado la captura de CO2 y nitrógeno del aire y su conversión en compuestos orgánicos nitrogenados. También se han logrado mejoras notables en la producción de energía con pilas de combustible microbianas del suelo, a saber: se ha reducido por tres el tiempo de puesta en marcha y se ha duplicado la potencia producida modificando la arquitectura de la pila de combustible y la configuración del ánodo y el cátodo. Todos estos aspectos individuales se integrarán en una única plataforma autónoma para la fertilización «in situ». «CONFETI tiene por objeto transformar la agricultura y la producción de alimentos de aquí a 2026», comenta Guirado. El sistema miniaturizado de fertilización «in situ» posibilitará producir urea de forma rentable y sin supervisión, lo cual repercutirá de forma significativa en los costes agrícolas, ya que no solo abaratará los costes de suministro y almacenamiento de fertilizantes, sino también el precio final de los alimentos. Las ventajas de la tecnología sencilla y rentable del proyecto CONFETI (Green valorization of CO2 and Nitrogen compounds for making fertilizers) pueden ser capitalizadas no solo por los países desarrollados, sino también por los países con recursos limitados, donde la falta de fuentes de energía y de personal especializado suele impedir la aplicación de nuevas tecnologías. Si quiere que su proyecto aparezca en la sección «Proyecto del mes» en un próximo número, envíenos un correo electrónico a editorial@cordis.europa.eu explicándonos por qué deberíamos elegirlo.