Evaluación del impacto del uso de plásticos en los suelos agrícolas
La investigación sobre la presencia de microplásticos en el suelo es relativamente nueva. Si bien la concienciación sobre este problema es cada vez mayor, nuestros conocimientos sobre la cantidad de plástico, dónde se encuentra y cuál es su impacto sobre el medio ambiente y nuestra salud siguen siendo limitados. «Una de las razones detrás de esta limitación es la dificultad que supone medir realmente los microplásticos en el suelo», explica el coordinador del proyecto SOPLAS(se abrirá en una nueva ventana), Peter Fiener, de la Universidad de Augsburgo(se abrirá en una nueva ventana) (Alemania). «Si se quiere estudiar los microplásticos en el agua, se puede utilizar una red arrastrada por un barco para recoger muestras, o bien pasar agua por un filtro. Recoger y analizar microplásticos en un metro cúbico de suelo es mucho más complejo».
Determinación del contenido de plásticos en el suelo
El proyecto financiado con fondos europeos SOPLAS, que contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana), tenía como objetivo hacer frente a este problema formando a catorce investigadores en la fase inicial de su carrera (ESR, por sus siglas en inglés). Uno de los principales ámbitos de investigación fue el desarrollo de nuevos métodos para determinar el contenido de plásticos en el suelo. «Para medir los microplásticos, hay que extraer las partículas de plástico de la matriz del suelo —comenta Fiener—. En 100 g de suelo puede haber miles de millones de partículas, pero quizá solo 100 partículas de microplástico». Otra cuestión es que los microplásticos presentes en el suelo pueden ser muy variables. Obtener una imagen precisa de la contaminación por microplásticos del suelo de un solo campo requiere un gran número de puntos de muestreo. Para poder llevar a cabo esto, se desarrollaron en parte nuevas metodologías eficaces en el marco de varios proyectos de ESR. «Este trabajo no ha hecho más que empezar», agrega Fiener.
El efecto del plástico biodegradable en los suelos agrícolas
Grupos de ESR analizaron asimismo cómo se infiltra el plástico en el suelo, en parte mediante pruebas en instalaciones comerciales de compostaje. También se probó plástico biodegradable para evaluar su biodegradabilidad. «Una de las cosas que descubrimos fue que el plástico biodegradable no siempre se biodegrada en las instalaciones de compostaje», explica Fiener. Además, los investigadores examinaron películas de mantillo biodegradables en campos para saber si tienen algún efecto sobre la escorrentía y la erosión. Tal como era de esperar, el plástico que no se había degradado tuvo un efecto negativo. También se empleó la teledetección y la inteligencia artificial para tratar de calcular con mayor precisión el uso y la distribución espacial de las películas de plástico en suelos agrícolas de Alemania. «Igualmente estudiamos la ecotoxicología de distintos tipos de plástico en animales como las lombrices de tierra —comenta Fiener—. Este fue un trabajo muy complejo; por un lado, se busca evaluar el efecto de los microplásticos sobre los animales, pero por otro no se quiere exagerar las condiciones naturales».
Medición de las repercusiones ecológicas y sanitarias
Fiener cree que se han conseguido avances notables en este ámbito de estudio emergente, gracias en parte al carácter multidisciplinar del proyecto. Por ejemplo, un ESR se centró en los aspectos socioeconómicos del uso del plástico en la agricultura. «Logramos medir algunos de los efectos de los microplásticos en el suelo y desarrollar nuevas técnicas para tal fin —apunta Fiener—. El principal logro para mí fue formar a catorce estudiantes de doctorado. La investigación sobre microplásticos en general es un área de estudio compleja y los estudiantes tuvieron que aprender muchas cosas nuevas muy rápidamente». Aún queda mucho por descubrir en términos de repercusiones ecológicas y sanitarias. «Todavía estamos muy lejos de saber con exactitud cuánto microplástico hay en nuestros suelos», concluye Fiener.