Protección de la biodiversidad gracias a nuevas herramientas de apoyo a la toma de decisiones
Si bien el bienestar de la sociedad depende sobremanera de unos ecosistemas saludables y prósperos, la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático no siempre reciben la atención necesaria en las agendas políticas. «No cabe duda de que la biodiversidad ha ganado visibilidad en los últimos años a todos los niveles», comenta Pierre Bonnet(se abrirá en una nueva ventana), investigador del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo(se abrirá en una nueva ventana) (CIRAD, por sus siglas en francés) de Montpellier. «Sin embargo, a menudo se sigue considerando como una cuestión secundaria, sobre todo cuando se sopesa frente a las prioridades económicas o políticas inmediatas». De hecho, uno de los problemas es lograr que la información sobre biodiversidad sea utilizable a la escala y velocidad a la que se toman las decisiones.
Creación de aplicaciones para la toma de decisiones sobre biodiversidad
Para hacer frente a ese problema, en el marco del proyecto financiado con fondos europeos GUARDEN(se abrirá en una nueva ventana), Bonnet y su equipo se propusieron crear aplicaciones que sirvan de apoyo para orientar la toma de decisiones y preservar la biodiversidad a largo plazo. El sistema GUARDEN que han desarrollado se basa en los últimos avances en ciencia ciudadana, aprendizaje profundo, observación de la Tierra (OT) y modelización híbrida para ofrecer información accesible y utilizable. Parte de la premisa de que los problemas relacionados con la biodiversidad no se limitan a la conservación de especies, sino que también afectan a servicios ecosistémicos esenciales como la agricultura, la gestión hídrica o la mitigación del cambio climático. En este sentido, se desarrollaron aplicaciones de apoyo a la toma de decisiones de GUARDEN, que integran diversos componentes analíticos, entre los que se incluyen la identificación de especies, el cartografiado de hábitats y la modelización de supuestos. Estos módulos son interoperables y modulares, lo que permite a los usuarios combinar las herramientas que necesiten según sus decisiones específicas y obtener resultados adaptados a sus necesidades. «Estas aplicaciones de apoyo a la toma de decisiones están diseñadas para ayudar a planificadores del uso del suelo, responsables políticos y otras partes interesadas a tomar decisiones que consideren la biodiversidad», agrega Bonnet. Las herramientas incorporan múltiples capas tecnológicas, incluida la OT y modelos de inteligencia artificial (IA) de última generación para la identificación de especies como, por ejemplo, la clasificación de comunidades vegetales a partir de imágenes georreferenciadas y la identificación de especies de aves mediante grabaciones de audio. «Estos métodos facilitan el seguimiento semiautomatizado y escalable de la biodiversidad, tanto en ecosistemas naturales como en ecosistema antropizados», explica Bonnet. En la actualidad, se están probando las aplicaciones de apoyo a la toma de decisiones en varios estudios de casos sectoriales, en concreto en los ámbitos de la planificación urbana y el desarrollo de infraestructuras.
Aplicación de la IA y la OT a la toma de decisiones
Uno de los resultados más destacados es la demostración de que tecnologías avanzadas, como la IA y la OT, pueden aplicarse para respaldar de forma directa la toma de decisiones que consideren la biodiversidad. Algunas de estas herramientas, como GeoPl@ntNet(se abrirá en una nueva ventana), ya han demostrado su capacidad para trabajar tanto a gran escala como con un nivel de detalle muy fino. Las herramientas del proyecto también están disponibles en línea(se abrirá en una nueva ventana), lo cual contribuye al acervo común europeo de conocimientos y favorece nuevas innovaciones. «Algunas de las herramientas del proyecto se han probado fuera de Europa, por ejemplo en Madagascar(se abrirá en una nueva ventana), para evaluar su eficacia en entornos ambientales, políticos y económicos muy diferentes», explica Bonnet.
Promover la colaboración científica internacional
El desarrollo de las herramientas también sirvió para unir a una amplia comunidad a lo largo de Europa. En la actualidad, varias de ellas y sus servicios asociados se están perfeccionando y evaluando junto a instituciones europeas e internacionales, como la red Biodiversa+(se abrirá en una nueva ventana), el Centro Común de Investigación y en el consorcio World Flora Online. «Estas colaboraciones están contribuyendo a diseñar el sistema para su uso operativo en contextos reales y su integración en políticas», comenta Bonnet. «El sistema no se está construyendo como un prototipo aislado, sino como una infraestructura flexible y en constante evolución, capaz de adaptarse a nuevas necesidades».