Nuevos métodos pioneros para combatir la inflamación crónica
En respuesta a una infección o lesión física, el cuerpo humano suele desencadenar una inflamación. En algún momento, esta respuesta tiene que desactivarse para evitar la inflamación crónica, que puede provocar fatiga persistente, dolor articular y muscular, y problemas gastrointestinales. «Aunque existen medicamentos para reducir la inflamación crónica, estos pueden tener efectos secundarios negativos que limitan su uso», explica el coordinador adjunto del proyecto INFLANET(se abrirá en una nueva ventana), Georges Lutfalla, de la Universidad de Montpellier(se abrirá en una nueva ventana), en Francia. «Hay una clara necesidad de encontrar nuevas soluciones para gestionar mejor esta afección». El equipo del proyecto INFLANET, financiado con fondos europeos y respaldado por las Acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana), pretendía formar a jóvenes científicos para que se convirtieran en futuros expertos en este campo. Científicos de campos muy distintos de la biología, como biólogos estructurales, especialistas en bioimagen, inmunólogos y genetistas, se reunieron con matemáticos, programadores y modelizadores. Con la formación intersectorial también se pretendía fomentar el pensamiento empresarial y el espíritu emprendedor.
Nuevos métodos para comprender la inflamación
En el proyecto se abarcaron cuatro áreas clave, la primera de las cuales consistía en identificar nuevos procesos moleculares que intervienen en la inflamación. Los investigadores estudiaron cómo intervienen estos procesos en los distintos modelos y trataron de identificar cómo desencadenan la inflamación o cómo sus propiedades estructurales podrían influir en su acción sobre la inflamación. En segundo lugar, se desarrollaron nuevas herramientas para visualizar en tiempo real los procesos inflamatorios en animales vivos. Esto se consiguió mediante nuevas líneas transgénicas para informar sobre distintas condiciones inflamatorias, así como nuevos microscopios para lograr una mejor obtención de imágenes. «Los investigadores también trabajaron en nuevas estrategias genómicas para buscar genes implicados en enfermedades inflamatorias crónicas en poblaciones humanas», expresa Lutfalla. «Se ha desarrollado un "software" para analizar imágenes médicas de pacientes con enfermedades inflamatorias». Por último, se aplicaron nuevas estrategias matemáticas para analizar los resultados de los experimentos y modelizar los procesos inflamatorios. Uno de sus objetivos principales era reducir la necesidad de utilizar animales en futuros experimentos.
Avances en la investigación de la inflamación
Los trabajos realizados en el marco del proyecto han dado lugar a una serie de descubrimientos importantes. «Desde el punto de vista del paciente, pudimos identificar una nueva mutación humana responsable de una enfermedad inflamatoria muy grave llamada interferonopatía», añade Lutfalla. «Esto podría abrir la puerta a nuevas y rápidas pruebas genéticas. Esto serviría, por ejemplo, para informar a los padres de la probabilidad de que sus hijos padezcan esta enfermedad, lo que ofrecería terapias adaptadas aún por descubrir». También se ha sido pionero en el análisis automatizado de los datos de imágenes. Estos sistemas de "software" de diagnóstico podrían ponerse pronto a disposición de los hospitales. En el proyecto también se han desarrollado nuevos modelos animales de enfermedades inflamatorias humanas, que podrían utilizarse en el futuro para encontrar nuevos fármacos para tratar a los pacientes.
Formar a los científicos del futuro
Estos resultados tendrán repercusiones clínicas importantes en un futuro próximo, opina Lutfalla. Además, la formación de quince jóvenes científicos durante los últimos cuatro años contribuirá a garantizar que los avances logrados en la comprensión y el tratamiento de la inflamación crónica se mantengan a largo plazo. «Más allá de los descubrimientos realizados, una de las principales repercusiones de INFLANET serán los logros futuros de los quince jóvenes científicos que hemos formado», afirma Lutfalla.