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Integrated prevention and Detection sOlutioNs Tailored to the population and Risk Factors associated with FALLs

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Ayuda tecnológica de vanguardia para evitar las caídas entre las personas mayores

Las nuevas soluciones de alta tecnología que detectan caídas y evitan lesiones permitirán a los profesionales de la salud controlar a los pacientes de una forma más eficiente y económica, así como dotar a las posibles víctimas de los dispositivos más apropiados.

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El proyecto I-DONT-FALL, financiado por la Unión Europea, comenzó a rodar en abril de 2012 con el objetivo de implantar, probar y evaluar una serie de innovaciones dirigidas a detectar caídas y evitar lesiones. Los socios del proyecto proporcionaron soluciones innovadoras que posteriormente se integraron en una plataforma; después, se sometieron a pruebas entre más de quinientos pacientes de edad avanzada de toda Europa. La plataforma se configuró de una forma flexible para dar respuesta a las necesidades y a los factores de riesgo asociados a las caídas fortuitas, que suponen aproximadamente el 40 % del total de fallecimientos por lesiones. Permitir a los expertos médicos y a los profesionales de la salud personalizar soluciones innovadoras de prevención de caídas según las necesidades particulares de cada usuario final salvará vidas y reducirá los costes sanitarios; con este fin, se están estudiando vías de comercialización de estas innovaciones. Demostrar su valía «Algunas de las innovaciones de las que más orgullosos estamos son una plataforma de rehabilitación cognitiva, un andador robótico —el iWalker— que sirve para que los pacientes se apoyen durante la rehabilitación física, una unidad de inercia ponible que sirve para hacer un seguimiento de la marcha y detectar caídas, y un dispositivo móvil con tecnología Android conectado al iWalker que envía datos a un registro médico», afirma el coordinador del proyecto, Matteo Melideo, de la empresa italiana Engineering Ingegneria Informatica SpA. «También se probó un sistema de detección de caídas con monitorización remota en veinticuatro pacientes, con resultados prometedores desde el punto de vista técnico». Los resultados han sido espectaculares. Los ensayos realizados con estas innovaciones en el marco del proyecto en centros seleccionados mostraron una reducción de las caídas de nada menos que el 43 % con respecto al año anterior, un aumento de cuatro puntos en el índice de BARTHEL, que mide la función física en las actividades cotidianas, y un aumento de dos puntos en el índice de calidad de vida. Por otra parte, la enorme cantidad de datos recopilados servirá de base para futuros estudios y análisis. «La aportación de los socios clínicos ha sido inestimable para el éxito del proyecto», afirma Melideo. «Si creían firmemente en una solución, podían convencer con más facilidad a los pacientes para que participasen en este proyecto». Identificar el potencial de mercado Una vez corroborada la validez clínica, el siguiente paso es seguir desarrollando estas herramientas para determinar vías de comercialización. Uno de los principales beneficios del proyecto ha sido su empeño en lograr comprender mejor las necesidades de los usuarios finales por medio de meticulosos análisis de mercado. Estos últimos han proporcionado a los socios pautas sobre cómo pueden avanzar de la forma más eficaz posible hacia la comercialización después de que el proyecto de tres años y medio finalizase en septiembre de 2015. «Algunos centros clínicos que participaron en el proyecto ya han puesto en marcha servicios basados en las tecnologías de I-DONT-FALL», confirma Melideo. «Los que cuentan con mayor penetración de mercado hasta la fecha parecen ser las tecnologías basadas en la rehabilitación cognitiva, que en la actualidad se están empleando en cuatro clínicas asociadas: Fondazione Santa Lucia en Italia, Frontida y Ayuntamiento de Kifissiá en Grecia y Sermas en España. No obstante, cabe señalar que la mayoría de los clientes potenciales de las soluciones de I-DONT-FALL son las instituciones públicas y, al menos de momento, no se ha convocado ningún concurso público». En cualquier caso, los socios del proyecto están trabajando con vistas a una posible comercialización de los principales resultados del proyecto. Por ejemplo, el proveedor de tecnologías para el sector sanitario Docobo, del Reino Unido, está examinando posibles sinergias entre las nuevas herramientas de prevención de caídas y las aplicaciones ya existentes de atención a personas mayores. Asimismo, se ha creado un «memorando de entendimiento» general con uno de los socios del proyecto, la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y la universidad asociada IBEC de Barcelona para continuar desarrollando el iWALKER con el fin de adentrarse específicamente en los segmentos de mercado de la rehabilitación, las lesiones craneoencefálicas y los cuidados a personas mayores. Para conseguirlo, se ofrecerá una serie de versiones modulares de iWALKER que irán dirigidas a atender diferentes necesidades del mercado. «El valor y la eficacia de las soluciones desarrolladas a través del proyecto I-DONT-FALL se potenciarán adaptando las innovaciones a grupos de destinatarios específicos y examinando las oportunidades de mercado», concluye Melideo.

Palabras clave

Envejecimiento activo, I-DONT-FALL, iWalker, sistema de prevención de caídas con monitorización remota

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