Tecnología ponible discreta demuestra su utilidad para evitar las caídas de personas mayores
Las caídas son un problema de primer orden para una sociedad tan envejecida como la nuestra. En torno a una tercera parte de las personas mayores se caen al menos una vez al año y las caídas pueden tener un enorme efecto debilitante sobre la salud y la movilidad, además de requerir tratamientos costosos. Un proyecto financiado por la Unión Europea, ISTOPPFALLS, ha creado un «ejerjuego» (exergame) y un sistema de prevención de las caídas que incluye un programa de autoevaluación del riesgo con una eficacia demostrada a la hora de reducir el riesgo de caídas de las personas mayores. «Los resultados obtenidos en las pruebas han demostrado que la tecnología desarrollada por el equipo de ISTOPPFALLS redujo el riesgo total de caídas de las personas objeto de estudio en un 34 %, cifra que se elevaba al 54 % en el caso de las personas que lo utilizaban muy a menudo. Además, los resultados revelaron que los participantes con mayor riesgo de sufrir caídas eran los más beneficiados», afirma el Dr. Rainer Wieching, coordinador del proyecto ISTOPPFALLS. El proyecto ha desarrollado una estrategia doble para la prevención de las caídas. El primer elemento de la misma es un «ejerjuego» para una consola de videojuegos doméstica dirigido a fortalecer las extremidades inferiores y a mejorar el equilibrio. Los usuarios pueden contralar el videojuego e interactuar utilizando gestos y órdenes verbales. Se asemeja a la consola xBOX, permite realizar capturas de movimiento en tres dimensiones de todo el cuerpo y proporciona información en tiempo real y seguimiento continuo de resultados, todo ello adaptado a las necesidades de las personas mayores. El segundo elemento es la supervisión global del participante por medio de un dispositivo discreto que este lleva colgado a modo de collar. El dispositivo utiliza tecnología de captura de movimientos y permite a los usuarios poner a prueba el equilibrio, la fuerza de las extremidades inferiores y supervisar la actividad a lo largo de todo el día. «Ambas tecnologías encajan a la perfección en la vida diaria de las personas mayores y se pueden usar juntas o por separado. Detrás de todas estas funciones hay un sistema basado en el conocimiento que reúne todos los datos para proporcionar información específica al usuario y a otras personas, como los cuidadores o los médicos, cuando la solicitan», explica el Dr. Wieching. Esta tecnología ha recibido halagos por parte de los usuarios. «La mayoría de los adultos de edad avanzada se mostraron muy interesados y disfrutaron controlando de forma continua su propio estado de salud; también pudieron aprender más cosas acerca de temas relacionados con la salud y el riesgo de caídas», añade. Además, en el informe definitivo de ISTOPPFALLS se calcula que si el 3 % de las personas mayores que presentan riesgo de caída utilizasen el sistema, dicho riesgo se podría reducir en un 35 %. De este modo, sería posible ahorrar hasta 27,7 millones de euros anuales en atención sanitaria relacionada con las caídas solo en Alemania (datos de 2012). Si bien el proyecto finalizó oficialmente en 2014, sus investigadores han continuado desarrollándolo desde entonces. «En los dos últimos años hemos recibido muestras de interés por poner en marcha el sistema del proyecto ISTOPPFALLS por parte del Ministerio de Asuntos Sociales de Sajonia, el Ministerio de Sanidad de Renania-Palatinado y la Agencia para el Deporte y el Ejercicio de Renania del Norte-Westfalia, en Alemania. Ahora estamos realizando modificaciones en los sistemas y confiamos en tenerlas terminadas a finales de este año», comenta el Dr. Wieching. Wieching espera poder asistir a un perfeccionamiento de la tecnología del proyecto en el futuro, y también a «algunos cambios en las políticas que promuevan el reembolso del importe de las tecnologías de prevención innovadoras dirigidas a las personas mayores».
Palabras clave
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