Promover la creciente diversidad de iniciativas energéticas comunitarias
La creciente descentralización de los recursos energéticos, junto con la aportación cada vez mayor de las fuentes de energía renovables, destaca el papel fundamental que tiene la participación ciudadana en la consecución de los ambiciosos objetivos de la Unión Europea. El proyecto DECIDE, financiado con fondos europeos, tenía por objeto desarrollar una «receta para el éxito» a la hora de establecer acciones energéticas colectivas.
Acciones energéticas colectivas: no existe un planteamiento único
En DECIDE se descubrió que existen muchos planteamientos diferentes para la gestión de la energía con participación ciudadana. Su equipo estudió más de cuarenta iniciativas de este tipo en doce Estados miembros y averiguó que la mayoría no podían clasificarse como comunidades de energía según las definiciones de la legislación europea. Lucija Rakocevic, coordinadora del proyecto en TH!NK E, comenta: «Existía un alto grado de diversidad en toda Europa, incluso dentro de una misma región o ciudad. Las motivaciones de las acciones eran similares, pero su organización y actividades prioritarias variaban de forma notable».
Lo correcto: combinar y adaptar elementos según las necesidades
Sin una solución milagrosa a la vista, el equipo de DECIDE desarrolló «componentes básicos», que se pueden combinar de diferentes formas para ayudar a promover las acciones energéticas ciudadanas. Entre ellos figuran dos juegos que demostraron ser muy buenos para hacer partícipe a grupo más amplio y diverso de interesados, a saber: un juego para concienciar y otro para ayudar a crear un plan de acción. El juego de mesa «The power of community» («El poder de la comunidad») se diseñó para dar a los usuarios una idea de lo que son las acciones energéticas colectivas y la transición energética. Personas de entre cinco y ochenta años disfrutaron jugando con él. El juego en línea «Your energy vision» («Tu visión energética») ayudó a las partes interesadas a esbozar sus prioridades en pro de una acción energética colectiva. «Además de los juegos sobre la energía para los ciudadanos, en el proyecto se elaboraron descripciones de siete modelos de negocio y trece servicios energéticos, así como una lista de verificación para crear legalmente una iniciativa. El sitio web de nuestro proyecto alberga el centro de conocimientos, con informes, seminarios web, pódcast, etc.», destaca Rakocevic. Por último, el «Energy Communities Hub» tenía por objeto identificar las iniciativas de comunidades ciudadanas de energía (CCE) o comunidades de energías renovables (CER) en distintos Estados miembros, centrándose en el entorno normativo.
Ampliar la red y cuantificar los beneficios
La investigación de DECIDE dio lugar a dos recomendaciones principales. «Para comprender mejor el panorama energético ciudadano, deberíamos ampliar el enfoque a las acciones energéticas colectivas para no centrarnos solo en las CCE y las CER. Además, necesitamos indicadores clave del rendimiento (ICR) cuantificables y de uso generalizado para que la comunidad investigadora pueda comparar los resultados y comprender mejor sus beneficios reales», observa Rakocevic. En DECIDE se confeccionó una lista de ICR para favorecer la colaboración, entre los que se encuentran ICR sociales, que registran los beneficios que las comunidades de energía tienen para reducir la pobreza energética. Asimismo, «junto con el proyecto BECoop, establecimos un grupo de proyectos hermanos relacionados con las comunidades de energía y otras acciones energéticas colectivas. Más de 15 proyectos de Horizonte 2020 se reúnen ya una vez al mes para debatir las actividades en curso y las formas de crear sinergias». DECIDE reveló que la participación ciudadana en la transición energética va más allá de las CCE y las CER. También sentó las bases para identificar, apoyar y aprender de estas acciones energéticas ciudadanas diversas que contribuirán a alcanzar los ambiciosos objetivos de Europa.
Palabras clave
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