Escuchar los sonidos de la Europa medieval
Los arqueólogos a menudo se centran en los aspectos visuales del pasado. Otros traen olores antiguos. Ahora, a través del campo de la arqueoacústica, algunos están descubriendo qué sonidos podrían haber escuchado nuestros antepasados. Comprender esta cultura auditiva puede brindarnos una visión más profunda del mundo en el que vivían e incluso de cómo pensaban. «La dimensión sónica es adyacente a la visual cuando percibimos el mundo que nos rodea», explica Zorana Đorđević(se abrirá en una nueva ventana), becaria posdoctoral en la Universidad de Barcelona(se abrirá en una nueva ventana). «Es esencial estudiar el entorno acústico de los lugares sagrados, ya que el sonido —intangible y efímero— actúa como puente entre los reinos material y espiritual». A través del proyecto CULT-AURAL, financiado con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana) (MSCA), Đorđević se centró en los sonidos transmitidos desde paisajes monásticos medievales en Europa. «La investigación arqueoacústica de los yacimientos medievales nos ayuda a ir más allá de lo meramente visual y a reconocer lo auditivo como un registro histórico igualmente importante», señala Đorđević. A través del proyecto, Đorđević quería comprender hasta dónde puede viajar el sonido de los grandes instrumentos de percusión (campanas, semantras y matracas) y si crea una red sonora capaz de transmitir mensajes. «Lo verdaderamente emocionante es que estoy explorando los sonidos de grandes instrumentos de percusión que generaciones de nuestros antepasados escuchaban a diario», señala.
Examinar la percusión a través del trabajo de campo acústico
Đorđević exploró los sonidos de grandes instrumentos de percusión y cómo se propagan a través de los paisajes. Recopiló datos acústicos a través de campañas de trabajo de campo en Cataluña, Noruega y Serbia. Estas tres partes distintas de Europa representan diferentes tradiciones cristianas (católica, protestante y ortodoxa) y tres tipos de instrumentos: campanas (presentes en todas las prácticas cristianas), semantra (típicamente ortodoxa), y matraca (que se encuentra en Cataluña y es común en regiones históricamente influenciadas por España). «Esos datos recogidos se procesaron posteriormente y se analizaron acústicamente», añade Đorđević. «Después simulamos la propagación del sonido de estos instrumentos para explorar la red sónica dentro de una región y analizamos los sonidos de cada instrumento».
Descubrir referencias históricas sonoras del pasado
Entre la amplia gama de resultados del proyecto, Đorđević destaca en primer lugar el análisis tonal de diez campanas medievales(se abrirá en una nueva ventana) de la región de Valdres en Noruega. Eso reveló las voces distintivas de las campanas individuales y cómo podrían haber dado forma al paisaje sonoro acústico. El equipo también creó simulaciones de propagación de sonido virtual(se abrirá en una nueva ventana) con análisis de visibilidad en Santa Maria d’Àneu, una iglesia en Cataluña. Esta investigación exploró el papel eclesiástico de la iglesia en el valle, basándose en la visibilidad y audibilidad de las campanas en el paisaje. Ello descubrió una red sonora de campanas entre las parroquias locales y destacó Santa Maria d’Àneu como iglesia central en el valle. En 2025, junto con su supervisora Margarita Díaz-Andreu y el colega Miquel López García, Đorđević también coorganizó la conferencia internacional Resonancias del pasado: la investigación arqueomusicológica en Cataluña(se abrirá en una nueva ventana) en el Museo de la Música de Barcelona. Próximamente se publicará un volumen coeditado que surgirá de esta conferencia.
Investigar más allá de la arqueoacústica
Đorđević afirma que la beca posdoctoral MSCA fue muy gratificante en términos de logros científicos y posibles direcciones de investigación. Ahora está buscando financiación para continuar su investigación. «Tengo una idea muy ambiciosa que va más allá de la arqueoacústica, y espero poder compartir más sobre ella pronto», afirma.