Telerrehabilitación domiciliaria del ictus mediante inteligencia artificial
El ictus es la segunda causa de muerte en el mundo, con más de 13,5 millones de casos anuales y 100 millones de supervivientes que viven con discapacidades a largo plazo. Solo Europa afronta miles de millones de euros en gastos sanitarios, que se prevé aumenten de aquí a 2045. A su vez, los sistemas sanitarios mundiales se enfrentan a una escasez crítica de personal, lo cual crea una necesidad urgente de soluciones de rehabilitación eficientes y ampliables.
Proceso de atención personalizada
Muchos supervivientes de ictus sufren deterioro cognitivo o demencia tras el ictus, que afecta a la memoria, la atención, el estado de ánimo y la comunicación. Las mejoras funcionales conseguidas en el hospital suelen perderse tras el alta, lo que contribuye a una elevada tasa de reingresos en los seis meses siguientes. El proyecto PHRASE(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, pretende romper este ciclo con una rehabilitación personalizada y asistida por inteligencia artificial que se lleve a cabo sin interrupciones desde el hospital hasta el domicilio. Se ha diseñado para acortar las estancias hospitalarias y hacerlas más eficientes, trasladando parte de la rehabilitación y la monitorización al domicilio del paciente. El mismo programa de seis semanas que en muchos entornos requeriría repetidas visitas «in situ» puede impartirse ahora en gran parte en casa. «Hemos construido un único conducto que conecta los datos clínicos y la información de entrenamiento en casa con un “entrenador” de inteligencia artificial que personaliza la terapia para maximizar los resultados del paciente», explica Santiago Brand, consejero delegado de Eodyne Systems(se abrirá en una nueva ventana).
Un ecosistema digital de rehabilitación
Los pacientes con ictus se entrenan y se evalúan usando el ecosistema de RGS, tanto en la clínica (RGSclinic) como en casa con una aplicación para teléfonos inteligentes (aplicación RGS+) y un reloj inteligente (RGSwear). Durante breves ejercicios clínicos similares a los de un juego, el sistema registra cómo se mueven los pacientes (velocidad, suavidad y amplitud de movimiento) y cómo se desenvuelven en tareas cognitivas (memoria, atención, precisión, tiempo de reacción y dificultad alcanzada). Estas medidas digitales se combinan con escalas clínicas estándar recogidas por los terapeutas y almacenadas en una nube segura. Esos datos también se integran en la infraestructura abierta EBRAINS(se abrirá en una nueva ventana) para la investigación relacionada con el cerebro. A continuación, la inteligencia artificial opera sobre estos datos para proporcionar un diagnóstico digital con estimaciones semanales de las puntuaciones clínicas. Los modelos de predicción de recuperación también pronostican el progreso del paciente, y un motor de personalización mantiene el entrenamiento en un nivel de desafío óptimo basado en el rendimiento en tiempo real.
Avances técnicos y conocimientos de los pacientes
El equipo ha creado nuevos protocolos de entrenamiento cognitivo y algoritmos de seguimiento corporal mejorados para reducir los costes de los equipos, cumpliendo a su vez estrictas directrices de privacidad y ética. La adopción ha superado las expectativas. En un estudio de viabilidad multicéntrico en el que participaron 88 personas, la adherencia alcanzó el 83 % en un programa de 6 semanas realizado en casa, un porcentaje notablemente alto para la neurorrehabilitación. Los pacientes valoraron las interfaces intuitivas y la formación flexible a domicilio, mientras que los médicos apreciaron la reducción de la carga administrativa y un seguimiento más rico y objetivo. Los comentarios de los usuarios permitieron introducir mejoras, como vídeos instructivos adaptados a cada edad y avisos automáticos de control de la fatiga. Las pruebas definitivas sobre la eficacia clínica procederán del ensayo controlado aleatorio en curso en múltiples centros europeos. «El logro más significativo de PHRASE es que ha conseguido que la telerehabilitación personalizada y asistida por inteligencia artificial sea asequible y esté disponible para su uso doméstico autónomo en condiciones reales», subraya Brandi. Los próximos pasos incluyen la certificación de la solución PHRASE con arreglo al Reglamento sobre los productos sanitarios de la Unión Europea y la integración de PHRASE en los sistemas europeos de reembolso. Un plan de sostenibilidad esboza modelos de despliegue centralizados, alojados en hospitales e híbridos compatibles con el Reglamento General de Protección de Datos y los sistemas nacionales de adquisición.