Consolidación de la ciencia sobre compuestos industriales innovadores
Los catalizadores son compuestos químicos que aceleran la velocidad de las reacciones químicas sin verse alterados ellos mismos por la reacción. Desempeñan una función fundamental en la producción industrial de sustancias químicas y materiales relacionados y se utilizan con profusión en todos los ámbitos industriales. La inclusión de la nanotecnología y los nanomateriales —materiales modificados a escala atómica y molecular— en la química catalítica ha generado posibilidades prácticamente inagotables en este campo. Los nanocatalizadores ya encuentran empleo en distintas aplicaciones, como en la generación de energía tanto convencional como renovable, la purificación del agua y la medicina. También se ha estudiado su aplicación al procesado de alimentos, el reciclado de papel y de pulpa de papel y la producción de tejidos. No obstante, a pesar de su potencial, su desarrollo comercial se enfrenta a distintos obstáculos de envergadura, a lo que ha de sumarse que el campo de los nanocatalizadores se encuentra aún en un estadio incipiente. La cantidad de investigación realizada al respecto es considerable pero se encuentra fragmentada entre aquellos dedicados a las catálisis heterogénea, homogénea y biológica, una circunstancia que genera ineficacias en cuanto a personal y costes y que frena el progreso. Un equipo de científicos creó el proyecto Idecat («Diseño integrado de nanomateriales catalíticos para una producción sostenible») con la intención de mejorar la situación global de Europa en este campo industrial nuevo y emergente. Idecat facilitó la creación de una Red de Excelencia (NoE) dedicada a la investigación europea sobre síntesis y diseño integrado de nanomateriales catalíticos innovadores. En Idecat se crearon veinticinco iniciativas científicas y se produjeron múltiples catalizadores gracias a las colaboraciones duraderas y la cooperación multidisciplinaria fomentada. Idecat logró reunir a distintas comunidades científicas que hasta ahora trabajaban sobre temas relacionados pero sin apenas conexión entre sí. Esta colaboración fructífera podría ser la base sobre la que asentar la posición de liderazgo de la comunidad científica europea dedicada al desarrollo de nanocatalizadores de nueva factura.
