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La igualdad entre los sexos en el ámbito científico continúa ocupando un lugar de importancia en los programas de la Comisión

La presencia de las mujeres en el campo de la ciencia, o más bien su ausencia, está llamada a convertirse en un tema de intensa discusión este mes en Bruselas, ya que la Comisión Europea publica un informe sobre los avances que ha realizado en la promoción de la conciencia y l...

La presencia de las mujeres en el campo de la ciencia, o más bien su ausencia, está llamada a convertirse en un tema de intensa discusión este mes en Bruselas, ya que la Comisión Europea publica un informe sobre los avances que ha realizado en la promoción de la conciencia y la comprensión de esta importante y, en ocasiones, controvertida cuestión. En una entrevista concedida a Noticias CORDIS, Nicole Dewandre, jefa de la sección de mujeres en el sector científico en la DG de Investigación, ha descrito la labor llevada a cabo hasta ahora, y ha explicado por qué se considera una cuestión tan importante. De conformidad con un plan expuesto en una comunicación anterior, el equipo de Nicole Dewandre ha emprendido dos líneas de acción a lo largo del último año. En primer lugar, desarrollando un diálogo sobre la dimensión relacionada con la igualdad entre los sexos en la presencia de las mujeres en la ciencia en los Estados miembros, a través de un forum sobre políticas, y en segundo lugar, mediante un "sistema de vigilancia sobre igualdad entre los sexos" en el V Programa Marco (VPM). El informe de la ETAN (Red de evaluación de la tecnología europea) titulado "Promoción de la excelencia a través de una integración de la igualdad entre los sexos", un examen de la dimensión relacionada con los sexos en el ámbito de la investigación en cada uno de los Estados miembros de la UE, y que fue realizado por importantes expertos en este campo, representó el año pasado una contribución significativa al forum sobre políticas relacionadas con las mujeres en el ámbito científico. Financiado por el programa de Potencial humano del V Programa Marco de la UE, el informe se basa en estudios anteriores que se remontan hasta 1993, y analiza "la forma básica en que se lleva a cabo la discriminación, por ejemplo, menos espacio de oficinas y menos presupuesto de investigación," señala Dewandre. Estos estudios iniciales fueron decisivos para poner de relieve a nivel comunitario el tema de las mujeres en la ciencia. Constituye un elocuente ejemplo de ello un informe de 1997 publicado en la revista Nature, redactado por Agnes Wold y Christine Generas, integrantes del grupo ETAN. Dicho informe había provocado un impacto considerable al mostrar que la ausencia de mujeres en el campo científico no se debía a que careciesen de la competencia necesaria o a que no quisiesen ser científicas, dice Dewandre: "El motivo real es que la ciencia excluye a las mujeres. Existe un sesgo a favor de los hombres." El año pasado una conferencia basada en el informe de ETAN también ayudó suscitar interés no sólo en el campo académico sino también en la esfera pública y en las revistas científicas de Europa y fuera de ella. El informe de ETAN ha recibido un amplio reconocimiento como "obra maestra", dice Dewandre. "Creo de veras que podemos estar orgullosas de este informe." "Nos permite tratar el problema de una forma no victimista para las mujeres, y que acepta el sistema científico. Debemos analizar cómo desmontar el sesgo masculino existente en el sistema, con objeto de aprovechar todos los elementos de la sociedad. Esto se aplica tanto a las mujeres como a todas las demás categorías, por ejemplo el origen étnico." Además de encargar el informe de ETAN, el equipo sobre las mujeres en la ciencia de la DG de Investigación creó el "grupo Helsinki", formado por funcionarios públicos representantes de todos los Estados miembros de la UE y de los países asociados al VPM. El grupo se reúne dos veces al año, y ha elaborado un proceso de puntos de referencia acerca de las mujeres en la ciencia dentro de los distintos países. "Estamos comenzando a trabajar con ellos para configurar una estrategia que desarrolle indicadores sobre la desigualdad por razón de sexo, y producimos información común sobre las diferentes políticas que se llevan a cabo en todos los Estados miembros," señala Dewandre, que está satisfecha con el avance del grupo. Sin embargo, lamenta la falta de estadísticas sobre las mujeres en la ciencia. El grupo de la ETAN pudo compilar su informe recogiendo datos procedentes de diversos orígenes: universidades, instituciones de investigación y ministerios pero, según Dewandre, aún no se ha producido una recogida sistemática de datos. Por lo tanto, el grupo sobre las mujeres en el ámbito científico está examinando todas las perspectivas a través de las cuales pueden compilarse datos. Está trabajando con la Oficina Estadística de la Comisión, Eurostat, y con la OCDE (Organización de Cooperación y de Desarrollo Económico) para introducir en sus análisis una variable referente a la desigualdad de trato por razón de sexo. Y trabaja junto con el grupo Helsinki para cotejar los datos existentes en cada Estado miembro. Los datos no han sido armonizados, lo cual provoca problemas al analizarlos, pero se considera que su mera recogida ya constituye un paso importante. Con objeto de estimular aún más el debate, se invitó a cada miembro del grupo Helsinki a crear un comité de supervisión sobre las mujeres en la ciencia dentro de sus distintos países. "Esto ha desencadenado movimientos," afirma Nicole Dewandre. "Por ejemplo, en Israel se ha creado un consejo sobre las mujeres en el ámbito científico, y en Francia existe en el ministerio de Investigación una nueva unidad dedicada a las mujeres en la ciencia." Los países de Europa oriental también están iniciando acciones, añade Dewandre. "No creo que [la política de la Comisión acerca de las mujeres en la ciencia] haya llegado ya a los laboratorios y a la vida de las científicas, pero estoy convencida de que en el mundo político el tema de las mujeres en el ámbito científico sigue presente en los proyectos de futuro," afirma. Una de las áreas del propuesto forum sobre políticas de la Comisión que no ha dado los resultados que se esperaban es un proyecto de "red de redes" destinado a fomentar una mejor comunicación entre las redes ya existentes en los Estados miembros. "A ese respecto tengo que decir que nos hubiese gustado avanzar más en esta línea, y que quedan cosas por hacer," ha dicho Nicole Dewandre a Noticias CORDIS. "Por el momento hemos efectuado una reunión sobre la guía de redes y hemos abierto la posibilidad de apoyo financiero a través de la convocatoria de medidas de acompañamiento." También se ha podido realizar una acción positiva a través del sistema de vigilancia de las desigualdades por razón de sexo. La Comisión ha introducido un recuadro sobre desigualdades de trato por razón de sexo en los formularios que deben rellenar los contratistas que participan en proyectos del VPM. "Esto es una novedad. En el IV Programa Marco no sabíamos a cuántas mujeres se contrataba," dice Dewandre. Además, la Comisión se fijó un objetivo del 40 por ciento de participación de mujeres en los paneles de control y los paneles de evaluación del VPM. "No llegamos al 40 por ciento total, pero casi lo logramos el año pasado en los paneles de control, y alcanzamos el 25 por ciento en los paneles de evaluación," afirma. Algunos programas casi llegaron de hecho al 40 por ciento, y la mejor proporción se consiguió en el programa de innovación en las PYME, seguido por el programa de mejoramiento del potencial humano de investigación. En el informe del grupo correspondiente al mes de mayo se darán a conocer más datos a este respecto, si bien Dewandre indica que el 17 por ciento del total de participantes en el VPM son mujeres. Toda esta información es útil, pero para obtener una imagen auténtica del papel desempeñado por las mujeres en la ciencia en Europa y en otros lugares lo que realmente se necesita son datos acerca de la proporción y la distribución de las mujeres en el ámbito científico con carácter global. Y es allí donde se plantea el problema. Al parecer, hasta ahora nadie ha llevado a cabo ese estudio. "La pregunta '¿cuántas?' es el primero de los indicadores que estamos elaborando," dice Dewandre. Ella cree, empero, que sería correcto considerar que a nivel universitario y con carácter global la proporción hombre/mujer en ciencia es aproximadamente equivalente. Pasando al extremo superior del espectro, sin embargo, Dewandre afirma que las mujeres ocupan menos del diez por ciento de las cátedras universitarias. "Como no tenemos cifras absolutas para cada país, no podemos acumularlas. La primera publicación consolidada a este respecto se efectuará en septiembre de 2001." Junto con esta investigación, el grupo ha llevado a cabo estudios sobre el impacto de la desigualdad de trato por razón del sexo con objeto de examinar esta dimensión en los programas de investigación. "Un equipo de especialistas en el tema se encarga de analizar cada programa específico", explica Dewandre. "En el momento actual está prácticamente finalizado un conjunto de siete estudios sobre el impacto de la desigualdad entre los sexos." No hay que subestimar el impacto de la dimensión de la desigualdad por razón del sexo. Nicole Dewandre menciona la dimensión del sexo en la salud como un elocuente ejemplo de ello. Cree que las mujeres quedan excluidas de muchos ensayos clínicos debido a la creencia generalizada según la cual, aparte de la obvia diferencia sexual, el organismo de hombres y mujeres es idéntico: "Dada la posibilidad de un embarazo no se incluía a mujeres, pero de hecho incluso en los ensayos con animales los investigadores tienden con frecuencia a utilizar como ejemplos únicamente a ratas macho porque así están seguros de eliminar la hipótesis del ciclo menstrual." Esto implica que los investigadores no pueden saber si las variaciones hormonales influyen en la respuesta ante los nuevos fármacos. ¿La existencia de más mujeres en el ámbito científico modificaría estas percepciones? ¿Los científicos masculinos plantean preguntas diferentes a las que formularían las científicas? Y en ese caso ¿son mejores las unas o las otras? Nicole Dewandre cree que sí existe una diferencia, pero que ninguno de los sexos puede pretender ser el "mejor"... "si la ciencia consiste en realizar experimentos y, al mismo tiempo, volver a los principios y los orígenes, y tratar de integrar la diversidad y llegar a un programa ideal y a la unidad de todos estos elementos." La vertiente práctica y la lógica entran en conflicto, afirma Dewandre, y la historia de la ciencia está repleta de derivaciones en torno a esta cuestión: "La historia de la ciencia ha puesto de manifiesto que... los experimentos siempre se configuran de acuerdo con un programa que se tiene en la mente, de modo que no existe el puro empirismo. Siempre se tiene una forma determinada de contemplar los hechos, y los hechos se construyen a medida que nos van llegando... Por ejemplo, tenemos a Francis Bacon, que apelaba a la ciencia para otorgar valor a la naturaleza... existe un maestro, ... y también una relación con un hombre, y tal relación está muy sesgada por razón del sexo. En consecuencia, la dimensión de desigualdades por razón del sexo constituye una perspectiva muy interesante. Estoy convencida de que la ciencia se ha construido en la práctica junto con la necesidad de subsumir la diferencia entre los sexos, y esto constituye el desafío real que plantean los estudios y la investigación sobre la desigualdad por razón del sexo. Estos argumentos filosóficos son los que han suscitado controversias en los círculos científicos durante los últimos años, y numerosos investigadores consideran como "anti-ciencia" la pretensión de aplicar el estudio científico a la propia ciencia. ¿Las mujeres del grupo sobre el ámbito científico se encontraron con la oposición de la Comisión cuando comenzaron su trabajo? "Por supuesto, si la DG de Investigación fue una de las últimas DG que incorporó la dimensión de la desigualdad por razón del sexo el motivo es que la actitud principal en la ciencia, la sensación común que existe en ésta, es que no tiene nada que ver con la desigualdad entre los sexos," dice Dewandre. "Sólo tiene que ver con la racionalidad, la objetividad, la excelencia y con cosas con las que no tiene ninguna relación la desigualdad de trato por razón del sexo. Sin embargo, es por esto que la ciencia resulta de veras fascinante: hay en ella determinadas facetas, como por ejemplo la historia de la ciencia o la sociología de la ciencia, y a veces los propios científicos, en las que la ciencia es capaz de contemplarse a sí misma como objeto de ciencia, y es en esta perspectiva donde... la diferencia de trato por razón del sexo se vuelve evidente. Nadie puede negarlo. No obstante... se trata de una de las áreas en que resulta más interesante trabajar porque tiene un potencial gigantesco. "Estoy convencida de que la resistencia a ello es proporcional al interés que tiene. No porque exista resistencia, sino porque la dinámica de la resistencia muestra la profundidad y el potencial de la reflexión sobre esta cuestión: nadie desea perjudicar la excelencia. Y creemos que... instaurar en el ámbito científico una igualdad de trato entre los sexos nos otorgará realmente una nueva perspectiva acerca de la ciencia en sí misma. Ésta es la perspectiva que tratamos de aplicar y es por esto que hemos colocado la dimensión de la desigualdad entre los sexos en ciencia y sociedad [propuesta destinada al próximo Programa Marco] y no en recursos humanos. No significa que no deseemos fomentar la participación de las mujeres en los recursos humanos, sino que consideramos que el núcleo del problema está situado realmente en ciencia y sociedad. Es decir: ¿Qué es la ciencia para la sociedad? ¿Cómo está enlazada con ella? ¿Y cómo puede relacionarse esto con la sociedad y aportarle el máximo de beneficio?