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European Carbon Dioxide Capture and Storage Laboratory Infrastructure

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Impulso al liderazgo de Europa en la tecnología de captura y almacenamiento de carbono

Los artífices de un proyecto destinado a establecer una red distribuida de laboratorios de primer nivel mundial van a ayudar a Europa a ser la punta de lanza en la investigación sobre la captura y el almacenamiento de carbono (CAC, o CCS en inglés) y, con ello, generar nuevas oportunidades comerciales y articular un esfuerzo coordinado para abordar el cambio climático.

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La demanda de tecnologías de CAC a nivel mundial aumenta sin cesar, pero para que éstas resulten viables y rentables se requiere con urgencia que continúen las labores de desarrollo. ECCSEL (European Carbon Dioxide Capture and Storage Laboratory Infrastructure) es un proyecto ambicioso, financiado con fondos europeos, que tiene el propósito de situar a Europa como líder en este campo, y para ello desarrolla una infraestructura distribuida de laboratorios de primer nivel mundial que esté a disposición de la ciencia y la industria. A través de este proyecto se han entablado colaboraciones destinadas a evitar la duplicación de trabajos y racionalizar la financiación destinada a instalaciones científicas nuevas a escala europea. Un impulso al potencial investigador «Como iniciativa promotora de una investigación de primer nivel mundial sobre la CAC, ECCSEL tendrá ocasión de colaborar con la comunidad científica europea y otras entidades impulsoras del conocimiento con el fin de proporcionar pericia técnica, laboratorios avanzados y emplazamientos de pruebas», explicó su director, Sverre Quale, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega (NTNU). Se trata de una labor que no puede acometer una sola nación por sí sola». ECCSEL se ha transformado en una entidad jurídica europea permanente denominada ERIC (Consorcio de Infraestructuras de Investigación Europeas). Cuenta con una sede principal y varios nodos de ámbito nacional, y su estructura abarca en torno a medio centenar de laboratorios de primer nivel mundial y emplazamientos experimentales. Ya se han completado o aprobado unas inversiones comunes totales por un importe cercano a los 90 millones de euros. Esta infraestructura de laboratorios, que por el momento se extiende por nueve países, impulsará la creación en Europa de aplicaciones de CAC que se puedan comercializar en todo el mundo. Así, por ejemplo, las empresas de ingeniería y tecnología tendrán ocasión de promover las propuestas e innovaciones más modernas a socios potenciales, mientras que los propietarios de plantas industriales y otros socios del sector industrial encontrarán más facilidades de cara a invertir en las tecnologías más avanzadas de CAC. «ECCSEL/ERIC también se asegurará de que la comunidad científica internacional tenga a su alcance las instalaciones necesarias para investigar temas de los ámbitos prioritarios —puntualizó Quale—. De ese modo, ayudará a impulsar el desarrollo tecnológico más allá del actual estado de la técnica y ello, a su vez, acelerará la comercialización y la implantación de tecnologías CAC». Liderazgo medioambiental Aparte de representar una oportunidad económica para las empresas europeas, la CAC constituye una tecnología en auge que reviste importancia geopolítica. «Para cumplir el escenario de los 2°C de la AIE (Agencia Internacional de la Energía) y el Acuerdo de París (1,5°C), hay que desarrollar y poner en práctica la CAC en el plazo de un decenio», destacó Quale. En su «hoja de ruta» más reciente, la AIE aconseja la manera de aplicar la CAC en varias regiones en el periodo que va hasta 2030 y 2050 y también destaca la importancia de ampliar la CAC a gran escala en los sectores de la industria y la generación de energía. «En Europa, esto supone que habrá que capturar y almacenar unas cantidades totales de CO2 de 1,8 Gt hasta 2030 y 12,2 Gt hasta 2050, teniendo en cuenta el aumento previsto de la demanda. Según la AIE, el 40 % de las disminuciones de las emisiones tendrá que producirse en la industria europea. Los retos del cambio climático y la correspondiente necesidad de investigación, innovación, desarrollo tecnológico, realización de pruebas y verificación en relación con la CAC no se pueden superar si los laboratorios de investigación siguen trabajando por separado». Distintas partes interesadas de toda Europa han cobrado conciencia de la necesidad de modernizar las instalaciones de investigación sobre CAC y de crear otras nuevas. Así lo han puesto de manifiesto a través de foros como la ZEP (Plataforma tecnológica europea para las centrales eléctricas de combustibles fósiles con cero emisiones) y la Alianza europea para la investigación en el sector energético sobre CAC (EERA-CCS), y así se va a tratar de lograr a través de ECCSEL. «A la larga, confiamos en hacer realidad nuestra visión de futuro, esto es, conseguir una emisiones de CO2 bajas o nulas desde la industria y la generación de energía en Europa y contribuir muy notablemente a combatir el cambio climático», manifestó Quale para concluir.

Palabras clave

Carbono, CCS, ECCSEL, ERIC, cambio climático, AIE, CO2

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