Profundizar en la gestión sostenible del suelo y la resistencia climática
La gestión sostenible del suelo es crucial para la seguridad alimentaria y la resiliencia medioambiental, pero aún existen lagunas de conocimiento relacionadas con el suelo y su complejidad. El equipo del proyecto SOILGUARD(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, hizo frente a este reto creando un marco para evaluar la biodiversidad del suelo que incluye dimensiones ambientales y sociales más amplias. «Nuestro marco se elaboró con un carácter integrador, centrándose en las conexiones entre la gestión del suelo, la biodiversidad, la multifuncionalidad y el bienestar humano», explica Cristina Yacoub, coordinadora del proyecto SOILGUARD. El marco de SOILGUARD(se abrirá en una nueva ventana) también destaca por su proceso de cocreación, en el que participan distintas partes interesadas tanto en el ámbito científico como en el práctico.
Comprender la biodiversidad del suelo
En SOILGUARD se llevó a cabo una evaluación completa de la biodiversidad del suelo en diez países, en los que se recogieron más de doscientas muestras. Se incluía el análisis de la variedad, el número y las interacciones de los animales y microorganismos del suelo, y se comparaba su diversidad con los efectos de la ubicación, los atributos del suelo, el clima, el uso del suelo y las características del paisaje. La importancia de la biodiversidad del suelo en el mantenimiento de su multifuncionalidad se evaluó mediante veintisiete indicadores que abarcan seis contribuciones de la naturaleza a las poblaciones humanas. La importancia del suelo se refleja en el amplio abanico de estas funciones: producción de alimentos, formación y protección del suelo, regulación del clima, regulación de riesgos y fenómenos extremos, regulación de organismos perjudiciales y regulación del agua dulce. Este análisis exhaustivo reveló datos cruciales sobre los patrones de biodiversidad del suelo. Al demostrar que el clima y las características del suelo específicas de cada región son determinantes primarios de la biodiversidad del suelo, los efectos de las diferentes prácticas de gestión pueden variar considerablemente según el lugar y el tipo de organismo. Yacoub destaca un hallazgo importante: «Pasar de la agricultura convencional a la ecológica sería más beneficioso para los hongos que para los procariotas (organismos unicelulares como las bacterias) o los invertebrados del suelo, especialmente en condiciones áridas y suelos degradados». El equipo del proyecto también se centró en la resiliencia ante el cambio climático, con simulaciones sobre el terreno de condiciones de sequía y olas de calor en siete regiones de la Unión Europea (UE). Los resultados mostraron que, en general, los suelos pueden soportar el estrés climático a corto plazo. Sin embargo, hallaron efectos crecientes sobre la biodiversidad vinculada a los cultivos y a los eucariotas (organismos cuyas células contienen un núcleo unido a una membrana), lo que podría afectar a largo plazo al rendimiento de los cultivos y a las funciones del suelo.
De la colaboración a la práctica
Los resultados del proyecto surgieron de una amplia colaboración con agricultores, asesores agrícolas, representantes comunitarios, investigadores y responsables políticos. «Uno de los objetivos principales de SOILGUARD era incluir el mayor número posible de voces, opiniones y criterios —afirma Yacoub—. La Red de Conocimientos de SOILGUARD (SNoK, por sus siglas inglés) ha sido el espacio que ha facilitado el intercambio de información al tiempo que ha tendido puentes entre los diferentes poseedores de conocimientos, actores y responsables de la toma de decisiones». SNoK fomentó el intercambio de conocimientos a través de trece talleres especializados, veintitrés comunicaciones en persona y dos grandes eventos en Argentina, Camerún, Europa y Tailandia. Los conocimientos del proyecto también se comparten a través de la aplicación SOILGUARDIANS(se abrirá en una nueva ventana), una herramienta predictiva diseñada para apoyar a las partes interesadas en la transición hacia una gestión sostenible del suelo. La aplicación permite a los usuarios visualizar los datos del suelo mediante gráficos interactivos, predecir los servicios ecosistémicos con diferentes estrategias de gestión y comparar las métricas del suelo con otras regiones europeas. Además, en SOILGUARD se ha contribuido a los debates sobre la Directiva de la UE relativa a la vigilancia y la resiliencia del suelo y se han creado indicadores armonizados de la biodiversidad del suelo(se abrirá en una nueva ventana) para los sistemas de vigilancia en la UE. El equipo identificó cuatro indicadores —abundancia de hongos, riqueza procariota, abundancia de ácaros y biomasa microbiana de almacenamiento— que captan aproximadamente el 70 % de la variación de la biodiversidad del suelo y pueden aplicarse a distintas regiones agrícolas europeas.