Los amplios beneficios de la colaboración científica entre la Unión Europea y los Estados Unidos
La asociación entre la Unión Europea (UE) y los Estados Unidos (EE. UU.) es una de las relaciones bilaterales más importantes del mundo y es indispensable para la seguridad y la prosperidad internacionales. Valores compartidos como la apertura, la transparencia, la integridad de la investigación y la seguridad quedan ejemplificados en la visión común con respecto a la ciencia, la tecnología y la innovación. La declaración conjunta(se abrirá en una nueva ventana) sobre cooperación en materia de investigación e innovación de enero de 2025 constituye la base del compromiso permanente de ambas partes con esta asociación. Es más, EE. UU. es uno de los países no pertenecientes a la UE con mayor participación en el Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte Europa(se abrirá en una nueva ventana), el cual ofrece multitud de oportunidades para los investigadores estadounidenses. La participación de EE. UU. en proyectos financiados con fondos europeos permite combinar conocimientos complementarios y genera un efecto multiplicador en términos de repercusiones positivas. Por ejemplo, las becas de las acciones Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana) ofrecen a investigadores posdoctorales estadounidenses la posibilidad de pasar hasta dos años en una institución europea (y viceversa). Los investigadores estadounidenses también pueden solicitar las prestigiosas becas del Consejo Europeo de Investigación(se abrirá en una nueva ventana) para llevar a cabo investigaciones punteras y pioneras que amplíen las fronteras del conocimiento. Los proyectos de investigación colaborativa de Horizonte Europa reúnen a investigadores europeos y estadounidenses para abordar juntos una variedad de retos mundiales. Todas estas oportunidades permiten a los investigadores estadounidenses avanzar en su ámbito de especialización, integrarse en redes científicas internacionales y desarrollar sus carreras.
Beneficios a ambos lados del Atlántico
En este Results Pack se ponen de manifiesto las oportunidades y las ventajas que supone para los investigadores estadounidenses avanzar en la ciencia de excelencia cooperando en proyectos financiados con fondos europeos. La cooperación transatlántica amplía sobremanera las perspectivas de los investigadores, promueve el conocimiento científico y da lugar a aplicaciones prácticas para el día a día. Por ejemplo, las estrategias sanitarias mundiales se benefician al incorporar conocimientos especializados de distintas regiones del planeta. Integrar las perspectivas de las iniciativas de salud pública y el comportamiento de los consumidores de ambos lados del Atlántico contribuye a mejorar la acción mundial por la alimentación. La colaboración estadounidense también enriquece la investigación sobre espacios geográficos comunes, como el Ártico y el océano Atlántico. Por ejemplo, los trabajos conjuntos permiten mejorar la capacidad de vigilancia, obtener nuevos conocimientos y hacer descubrimientos. El intercambio de conocimientos y datos, así como el acceso a instalaciones de investigación punteras, permite a los científicos encontrar soluciones con repercusión mundial de manera más eficiente. La experiencia en inteligencia artificial (IA) y el acceso a infraestructura de supercomputación también han sido aprovechados por investigadores que buscan optimizar el análisis de datos y los procesos clínicos. La aplicación de la IA en ámbitos que van desde la asistencia sanitaria a la observación por satélite abre nuevas oportunidades comerciales para empresas emergentes. La investigación colaborativa transatlántica beneficia a los ciudadanos de ambos lados del Atlántico. En lo que respecta a la asistencia sanitaria, el proyecto ERDERA reúne a un consorcio internacional para desarrollar una estrategia mundial sostenible y duradera para hacer frente a las enfermedades raras. Gracias al proyecto BosomShield, diez doctorandos europeos pudieron estar dos años en Estados Unidos desarrollando nuevas herramientas clínicas para diagnosticar el cáncer de mama. Por su parte, SMART PROTEIN integra las perspectivas sobre el comportamiento de los consumidores, que es fundamental para construir una industria mundial de las proteínas verdaderamente sostenible y crear nuevas oportunidades de mercado. En GREENART se combinan los avances europeos en materiales sostenibles y conservación del patrimonio con los conocimientos analíticos y las técnicas de conservación estadounidenses para, gracias a ello, ser pionero en técnicas más eficaces de restauración de obras de arte. CASTLE reunió a un equipo transatlántico para aprovechar la capacidad del espín electrónico y abrir un nuevo mundo de posibilidades en el ámbito de los dispositivos cuánticos. Asimismo, el proyecto transatlántico Qurope ha avanzado en el desarrollo de repetidores cuánticos híbridos a fin de garantizar la seguridad y la eficiencia de los sistemas de comunicación del futuro. GO-VIKING reúne a investigadores estadounidenses y europeos para aumentar la seguridad y fiabilidad de los reactores nucleares. En materia ambiental, iAtlantic amplía la importante colaboración UE-EE. UU. para vigilar las profundidades del océano Atlántico. Los socios norteamericanos también han desempeñado un papel fundamental para reforzar las capacidades de vigilancia del Ártico a través del proyecto INTERACT. SWIM combina herramientas de vigilancia ambiental basadas en IA de la UE y EE. UU. para mejorar la gestión del agua para agricultores y otros usuarios finales importantes. Otros proyectos demuestran que, a la hora de colaborar, ni siquiera el cielo es el límite. El proyecto FARBES reunió a investigadores de la UE y EE. UU. para ayudar a proteger los satélites de los efectos potencialmente devastadores de las tormentas solares. Por su parte, GAIA Unlimited combinó competencias para ayudar a los astrónomos a sacar el máximo partido de los datos de los satélites, proporcionando una visión ilimitada de la Vía Láctea. PiCOGAMBAS fue un paso más allá y aunó conocimientos transatlánticos para investigar algunos de los mayores misterios cosmológicos, como la evolución del universo.