Biocaucho sostenible: una alternativa escalable e hipocarbónica para Europa
El caucho es fundamental para el sector manufacturero, pero la mayor parte del suministro mundial procede del caucho sintético derivado de combustibles fósiles o del caucho natural extraído de las plantaciones del sudeste asiático. Ambos conllevan riesgos ambientales y para la cadena de suministro, que incluyen desde una producción intensiva en carbono hasta las amenazas climáticas para las plantaciones de árboles del caucho. El proyecto NORDIC BIO-RUBBER(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, tenía por objeto cambiar esta situación con una alternativa totalmente biológica derivada de la corteza de abedul, un residuo abundante de las industrias de la pasta, el papel y el contrachapado.
Un biocaucho para abordar los riesgos ambientales y de la cadena de suministro
Gracias al trabajo efectuado en el marco del proyecto, se perfeccionó un proceso de biorrefinería de corteza de abedul y se demostró que el material resultante, Reselo Rubber, puede satisfacer las necesidades de rendimiento y ofrecer una base más sostenible para el suministro de caucho en Europa. Reselo Rubber aborda los retos asociados tanto al caucho sintético como al caucho natural. Thomas Baumgarten, responsable técnico, comenta: «Nuestro material es 100 % de origen biológico y, cuando se produzca a escala, tendrá una huella de dióxido de carbono hasta un 90 % menor que los cauchos tradicionales derivados de combustibles fósiles». Además de reducir las emisiones, el material evita los daños ambientales vinculados a las plantaciones de caucho natural, como la deforestación de las selvas tropicales y la pérdida de biodiversidad derivada de los monocultivos. Sin embargo, la corteza de abedul es un recurso ampliamente extendido en el hemisferio norte y suele proceder de bosques certificados por el Consejo de Manejo Forestal, lo que respalda una gestión responsable de los recursos.
Escalado de los procesos de biorrefinería para la producción industrial
Una tarea central del proyecto fue preparar la base técnica para la industrialización. El equipo se centró en optimizar la recuperación de disolventes, mejorar las etapas del proceso con aportaciones de consultores de ingeniería y proveedores, y garantizar que el diseño general del proceso permita un escalado industrial eficiente. La disponibilidad de corteza de abedul ya se ha evaluado y muestra que Europa produce cantidades suficientes para sostener cada año la fabricación de volúmenes industriales de Reselo Rubber. Esto sitúa al material como una materia prima viable para una cadena de valor del caucho basada en Europa. Baumgarten comenta que muchas partes interesadas del sector forestal «han empezado a examinar usos alternativos de la corteza de abedul», y el avance del proyecto les brinda una oportunidad comercial de gran valor.
Ampliación de las aplicaciones y validación del rendimiento con socios industriales
Las pruebas de rendimiento son esenciales para cualquier material nuevo que se introduzca en mercados establecidos. El equipo ya ha colaborado con empresas de calzado, automoción y neumáticos para desarrollar productos que cumplan o superen los puntos de referencia existentes. Como confirma Baumgarten, «los proyectos con múltiples socios industriales han demostrado que se trata de una auténtica solución alternativa sostenible, ya que se puede procesar con la infraestructura de producción existente». Además de la fracción principal de biocaucho, el proyecto también ha empezado a explorar posibles aplicaciones para dos fracciones adicionales producidas durante el proceso de biorrefinería de Reselo. Una fracción ya tiene un mercado establecido, y las asociaciones están ayudando a hacer crecer este sector. La fracción final requiere investigación adicional antes de que se pueda utilizar en aplicaciones no energéticas.
Adecuar la capacidad de producción a la demanda del mercado
La ampliación de la tecnología requerirá invertir en una planta de producción comercial. La base técnica es sólida y los costes de fabricación disminuyen a escala, pero garantizar que la demanda del mercado crezca en paralelo constituye uno de los principales retos. «Adecuar la capacidad de producción a la demanda del mercado es el mayor riesgo a la hora de escalar nuestra tecnología», explica Baumgarten. Las medidas políticas de apoyo, como la fiscalidad basada en el carbono o los incentivos para los materiales de base biológica, podrían acelerar la adopción y reforzar el camino de Europa hacia un suministro de caucho más resiliente y sostenible.