Investigar los efectos de las radiaciones ionizantes en los niños
Las herramientas diagnósticas y terapéuticas que utilizan radiaciones ionizantes han permitido mejorar de forma considerable la supervivencia de los niños y, por tanto, son esenciales para una asistencia sanitaria eficaz. Sin embargo, las herramientas médicas asociadas a la radiación entrañan riesgos, como la posibilidad de desarrollar cáncer. Aunque los beneficios para los pacientes superan estos riesgos, es necesario seguir investigando las repercusiones, sobre todo a largo plazo. En el proyecto HARMONIC(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, los investigadores crearon estudios de cohortes para el estudio a largo plazo de niños europeos tratados por dos afecciones potencialmente mortales: el cáncer y los defectos cardiacos congénitos o adquiridos. El objetivo del proyecto era investigar las repercusiones de la exposición precoz a la radiación en una serie de posibles consecuencias negativas. «En una era de rápido desarrollo tecnológico, comprender los efectos a largo plazo de las radioterapias modernas es esencial para integrarlas en la atención y el seguimiento de los pacientes», explica Isabelle Thierry-Chef(se abrirá en una nueva ventana), jefa del Grupo de Radiación Médica de ISGlobal.
Investigar la repercusión de la radioterapia
Uno de los objetivos clave de HARMONIC era establecer un marco para el seguimiento a largo plazo de los pacientes tratados con radioterapia moderna. En estrecha colaboración con los clínicos, el equipo desarrolló una estructura de base de datos para recopilar los datos de forma tanto prospectiva como retrospectiva. «Dentro del plazo del proyecto, pudimos investigar varias consecuencias, como la disfunción endocrina, los daños neurovasculares y la calidad de vida relacionada con la salud», afirma Thierry-Chef. Un objetivo a largo plazo importante que se extiende más allá de la vigencia de HARMONIC es evaluar el riesgo de segundos cánceres primarios, que pueden surgir años o incluso décadas después del diagnóstico inicial de cáncer. Para ello, se vincularán las cohortes de HARMONIC con los registros de cáncer nacionales o regionales existentes.
Establecer las cohortes de pacientes pediátricos
En HARMONIC se establecieron con éxito dos grandes cohortes de pacientes pediátricos expuestos a radiaciones ionizantes, un hito importante en el estudio de sus efectos a largo plazo. Estas cohortes complementan otras que han relacionado la tomografía computarizada (TAC) pediátrica con un mayor riesgo de leucemia, linfoma y tumores cerebrales. «En nuestras cohortes se ampliará este conocimiento al evaluar las consecuencias sobre la salud en una amplia gama de dosis de radiación», señala Thierry-Chef. Un logro clave del equipo de HARMONIC fue el desarrollo de herramientas informáticas avanzadas para reconstruir y optimizar la administración de las dosis de radiación a órganos específicos. «Estas herramientas tienen aplicaciones potenciales no solo para los investigadores, sino también para los clínicos y los expertos en protección radiológica, lo que contribuye en última instancia a mejorar la planificación de los tratamientos y la seguridad de los pacientes», añade Thierry-Chef. El equipo también creó un biobanco único de muestras de sangre y saliva recogidas antes y después de la exposición a la radiación. Estas biomuestras permitirán a los investigadores identificar y validar los biomarcadores predictivos del riesgo de cáncer y otros efectos adversos para la salud, lo que proporciona una visión más profunda de los mecanismos biológicos en juego.
Aportes a la asistencia sanitaria
El exhaustivo registro de datos del equipo puede aportar pruebas cruciales para orientar las futuras mejoras en radioterapia, lo que ayuda a garantizar que los pacientes se beneficien de las tecnologías mejoradas que minimicen la exposición a órganos sanos y mejoren su calidad de vida. Al investigar los riesgos de cáncer tras los procedimientos cardiacos, los hallazgos del proyecto también ayudarán a establecer los niveles de referencia para la exposición a la radiación según el tipo de procedimiento. Para contribuir aún más a la mejora de la práctica clínica, en HARMONIC también se ha desarrollado CardioVision(se abrirá en una nueva ventana), un nuevo prototipo de formación para cardiólogos basado en la realidad aumentada. «En HARMONIC se han proporcionado herramientas esenciales que deben tenerse en cuenta e integrarse en la atención y el seguimiento de los pacientes», afirma Thierry-Chef. «Para nuestra cohorte de pacientes cardiacos, pretendemos actualizar las evaluaciones de seguimiento a medida que los participantes envejecen, lo que nos permitirá cuantificar mejor los posibles riesgos de cáncer a largo plazo».