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Ecological diversity of land vertebrates through the largest extinction in Earth history

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La historia de las extinciones masivas desde el punto de vista ecosistémico

Aunque los fósiles puedan pertenecer a un mundo distante, alejado de los problemas actuales, el estudio de la coevolución de las especies y los ecosistemas a lo largo del tiempo ofrece conocimientos valiosos sobre los ecosistemas actuales.

Los investigadores conocen bastante bien las causas, los mecanismos y la cronología de las extinciones masivas, ya que el registro fósil aporta información valiosa sobre el efecto de estos episodios sobre las especies terrestres y marinas. Pero según Davide Foffa(se abrirá en una nueva ventana), de la Universidad de Birmingham, entidad de acogida del proyecto, aún no está del todo claro cómo la extinción de especies repercutió en la estructura ecológica y la composición de los ecosistemas. «¿Qué funciones ecológicas —o nichos— se ven más afectadas por las extinciones masivas? Y, tras una extinción, ¿recuperan los ecosistemas su equilibrio y composición previos, o se establecen otros nuevos?», se pregunta Foffa, beneficiario de una beca de investigación individual Marie Skłodowska-Curie(se abrirá en una nueva ventana) en el marco del proyecto ECODIV(se abrirá en una nueva ventana). Para responder a estas preguntas, el objetivo de ECODIV era contar la historia de la extinción masiva del Pérmico-Triásico(se abrirá en una nueva ventana) (PTME, por sus siglas en inglés) desde un punto de vista ecosistémico. Mientras que las investigaciones anteriores se han centrado en las consecuencias de los episodios de extinción sobre la biodiversidad a nivel mundial, durante determinados intervalos temporales (a menudo muy grandes), en ECODIV se prestó especial atención a los conjuntos regionales y locales a lo largo de las fases de extinción y recuperación. «Estábamos interesados en entender cómo se produce el colapso de los ecosistemas y cómo se recupera después la biodiversidad, yendo un paso más allá de los cálculos de pérdida y recuperación de especies», agrega Foffa.

Tender puentes entre la ecología y la paleontología

En ECODIV se estudió la PTME como la extinción más grave y con mayores consecuencias potenciales de la historia de la vida, durante la cual se extinguieron hasta el 70 % de los vertebrados terrestres(se abrirá en una nueva ventana). La magnitud de este episodio ha permitido obtener una gran variedad de datos. Foffa empleó métodos modernos de ecología de la conservación para comprender los efectos de la pérdida, recuperación y distribución de especies. En ecología de plantas e invertebrados, los rasgos de cada especie, como tamaño, alimentación, reproducción, modo de vida, hábitat y locomoción, describen su función ecológica en el ecosistema. «Sin embargo, este planteamiento no se ha aplicado con frecuencia a la paleontología de vertebrados, dado que, por razones obvias, no es posible obtener observaciones directas del comportamiento de especies extinguidas», comenta Foffa. Gracias al exhaustivo registro fósil mundial de tetrápodos del intervalo Pérmico-Triásico, el equipo de ECODIV logró caracterizar estadísticamente las comunidades de especies (según sus propiedades ecológicas), siguiendo los cambios a lo largo del tiempo. En ECODIV se prestó especial atención a la recuperación y diversificación de las comunidades de tetrápodos en el suroeste de Estados Unidos tras la PTME, un periodo en el que surgieron y se diversificaron muchos grupos de reptiles. Foffa participó en varias expediciones a Arizona, Nuevo México y Texas, que fueron organizadas por Virginia Tech(se abrirá en una nueva ventana) y, gracias a ello, contribuyó a llenar vacíos en el registro fósil investigando períodos y zonas geográficas poco representados y documentó nuevas comunidades correspondientes al Triásico Medio y al Triásico Superior.

Una mejor comprensión del cambio ambiental a largo plazo

Aunque las nuevas comunidades de especies terrestres identificadas por el equipo del proyecto (sobre todo aquellas que incluyen especies de pequeño tamaño) se están aún revisando, los hallazgos ya han revelado cómo la evolución de estas comunidades dio lugar a nuevas funciones y oportunidades ecológicas. «Descubrimos cómo las estructuras ecológicas cambian con el tiempo, en paralelo con la aparición y desaparición de grupos animales. Por ejemplo, las funciones de los depredadores apicales y de los herbívoros en los ecosistemas del Pérmico difieren de las del Triásico, ya que aparecieron y se diversificaron nuevos grupos», explica Foffa. También se comprobó que la recuperación de los ecosistemas en latitudes bajas fue quizá lenta, estabilizándose solo entre hace veinte y treinta millones de años, tras la PTME, ya que la composición faunística continuó cambiando hasta el Triásico Superior. Ello significa que tanto la fauna como las estructuras ecológicas no se estabilizaron hasta más tarde, en la segunda mitad del Triásico Superior. Foffa sigue analizando la gran cantidad de datos del registro fósil recopilados, así como su calidad, comparando los patrones de extinción y recuperación entre distintos ecosistemas a nivel mundial. «Estamos sacando un gran provecho de la combinación de técnicas paleontológicas tradicionales, como el trabajo de campo, con tecnologías y métodos modernos, como la tomografía computarizada y la modelización ecológica», concluye Foffa.

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