Fomento de la bioeconomía en Europa Central y Oriental
A pesar de ser ricos en recursos de biomasa y de su potencial bioeconómico, muchos PECO han carecido de estrategias nacionales integrales para aprovechar estos activos. El proyecto CEE2ACT(se abrirá en una nueva ventana), financiado con fondos europeos, ha trabajado para cambiar la situación ayudando a diez países (Bulgaria, Croacia, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Grecia, Hungría, Polonia, Rumanía y Serbia) a elaborar sus propias hojas de ruta de la bioeconomía. Lo que distingue al proyecto es su énfasis en la cooperación, aprovechando la experiencia de Bélgica, Alemania, España, Países Bajos, Austria, Finlandia y Suecia para compartir modelos de gobernanza eficaces y buenas prácticas. «El planteamiento participativo “ascendente” de CEE2ACT responde a la urgente necesidad de acelerar el actual desarrollo de estrategias nacionales de bioeconomía eficaces y se basa en estrategias de éxito de países más avanzados o experimentados», afirma Daniel Ganszky, coordinador del proyecto CEE2ACT.
Aprender de la experiencia
Del modelo de colaboración del proyecto han surgido ideas cruciales. Finlandia demostró la importancia de la coordinación interministerial, mientras que Suecia hizo hincapié en la participación del sector privado. Alemania destacó la necesidad de implicar a los ciudadanos a través de medios innovadores, y España aplicó este principio a través de herramientas de comunicación electrónica. Esas y otras lecciones pueden encontrarse en el documento de orientación «Best Practices for Stakeholder Engagement: Co-Creating National Bioeconomy Strategies»(se abrirá en una nueva ventana). Otro ejemplo de esfuerzo conjunto fue la visita organizada por la Universidad de Wageningen (Países Bajos) para los socios de los PECO y las partes interesadas. «Los participantes aprendieron sobre los modelos de gobernanza intersectorial y las iniciativas de bioeconomía circular implementadas en los Países Bajos, y obtuvieron conocimientos prácticos sobre la participación de las partes interesadas y el diseño de políticas, que ahora están utilizando para desarrollar sus hojas de ruta nacionales de bioeconomía», informa Ganszky. La visita también permitió a las partes interesadas de los diez PECO intercambiar conocimientos y experiencias, reforzando el espíritu de cooperación del proyecto.
Capacitación mediante herramientas digitales
Para facilitar el intercambio de ideas, CEE2ACT ha creado centros nacionales de bioeconomía(se abrirá en una nueva ventana), que son plataformas que reúnen a las partes interesadas a través de talleres, sesiones de formación, foros y otras actividades. Un conjunto de herramientas digitales constituye la base para que los centros desarrollen su capacidad en bioeconomía. Una plataforma de aprendizaje electrónico ofrece ejercicios interactivos y cursos por internet, mientras que un inventario en línea muestra buenas prácticas y proyectos relacionados con la bioeconomía. Una herramienta de autoevaluación permite a los organismos administrativos locales, regionales y nacionales evaluar su estado de desarrollo de la bioeconomía y recibir recomendaciones. Por último, existe una herramienta de búsqueda de contactos entre empresas que ayuda a las partes interesadas —pymes, grandes empresas e instituciones de investigación, entre otros— a crear asociaciones.
De la estrategia a la aplicación
CEE2ACT ha ofrecido resultados orientados a la acción que van más allá de los marcos teóricos: soluciones electrónicas, memorandos de entendimiento para las partes interesadas nacionales y, lo que es más importante, las hojas de ruta adaptadas al contexto específico de cada país. «Las hojas de ruta nacionales facilitarán la reestructuración de las industrias y la modernización de los sistemas de producción, a la vez que preservarán la biodiversidad y el bienestar de los ciudadanos europeos», afirma Ganszky. «Contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, impulsando el compromiso institucional en la transición de los países hacia una bioeconomía circular». Dichos resultados son especialmente significativos dados algunos de los principales retos de la región, como la tendencia a exportar biomasa en bruto en vez de valorizarla localmente y la insuficiencia de los marcos políticos y jurídicos. A través de sus esfuerzos, el equipo de CEE2ACT aborda estas barreras movilizando a los agentes del sector privado, aumentando la concienciación pública sobre los temas de bioeconomía y garantizando una mayor apropiación local de las estrategias. El proyecto también ha reforzado su impacto mediante la colaboración con otras iniciativas relevantes, como el proyecto BOOST4BIOEAST, y forma parte de la Alianza para la Bioeconomía Rural(se abrirá en una nueva ventana).