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Novedades acerca del proyecto PlanticsInside: la lucha contra la contaminación plástica continúa con macetas biodegradables

Desde que finalizó el proyecto PlanticsInside, financiado con fondos europeos, en 2023, la empresa neerlandesa Plantics, especializada en resinas y materiales de origen biológico, no ha perdido el tiempo: ha seguido desarrollando su línea piloto de macetas de papel para ofrecer a los cultivadores una alternativa viable a los plásticos derivados de combustibles fósiles.

PlanticsInside(se abrirá en una nueva ventana) inició su andadura en 2019 para contribuir a los esfuerzos europeos por combatir la contaminación por microplásticos y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. El proyecto se centró en el problema de las macetas de plástico y en su considerable contribución a los residuos generados en la Unión Europea, con el objetivo de comercializar una alternativa biodegradable de origen biológico para sustituir a las actuales macetas de plástico de origen fósil, que son perjudiciales para el medio ambiente. La idea era que las macetas de papel recubiertas con la resina exclusiva de Plantics pudieran plantarse directamente en la tierra junto con la planta y se descompusieran de forma similar a los residuos orgánicos. A lo largo de cuatro años, el equipo de Plantics construyó una planta de demostración flexible capaz de producir cerca de seis millones de macetas de papel y bioresina cada año. En los dos años transcurridos desde la conclusión del proyecto, la empresa coordinadora del proyecto ha seguido trabajando para ampliar la planta. En este sentido, se han logrado mejoras en varios aspectos de la planta de demostración. El proceso de curado al que se someten las macetas tras el recubrimiento se ha automatizado mediante la instalación de una cinta transportadora en el horno. Esto ha permitido aumentar la capacidad de producción y garantizar una calidad uniforme. La instalación de una estación automatizada de apilamiento de macetas tras su salida del horno también ha ayudado a reducir la necesidad de mano de obra. «Todavía se trata de una línea piloto, pero todas las incorporaciones demuestran que la ampliación a escala industrial es viable», comenta Leo Kruit, director de Desarrollo de Negocios de Plantics.

Planes para la durabilidad

Plantics también busca implantar un sistema automatizado para aplicar un aditivo antifúngico. El aditivo permitirá que las macetas conserven sus propiedades durante más tiempo, lo que resulta especialmente útil para cultivos con ciclos de crecimiento más largos. Además, se han identificado otras formas de aumentar la durabilidad de la maceta para adaptarla a los procesos de crecimiento requeridos. Entre ellas se incluyen la modificación de las características de la resina aplicada, la calidad del papel utilizado en la fabricación de las macetas y las condiciones de curado tras el recubrimiento. El diseño y las dimensiones de las macetas —que Plantics comercializa bajo la marca DOPA— se establecen en función del tipo de cultivo y de los sistemas automatizados, como las máquinas de llenado de macetas y los sistemas de riego, empleados en invernaderos, viveros y otros centros de producción. «Nuestro objetivo es utilizar un diseño de maceta que sea compatible con el mayor número posible de cultivos y sistemas automatizados. No obstante, el mercado exige una amplia variedad de macetas DOPA», comenta Kruit. Gracias a la financiación europea a través del proyecto PlanticsInside (The first biodegradable thermoset biopolymer to replace single-use plastics), la empresa ha podido desarrollar y realizar múltiples ensayos con el fin de optimizar tanto el recubrimiento de las macetas de papel como el propio proceso de aplicación. El respaldo de la Unión Europea también hizo posible diseñar la línea piloto y optimizar el diseño y las propiedades de las macetas. Esto permitirá ofrecer una solución práctica para minoristas y cultivadores, ayudándoles a eliminar progresivamente los diez mil millones de macetas de plástico que, en su mayoría, son de usar y tirar. «Ni que decir tiene que, sin la financiación europea, nada de esto habría sido posible», concluye Kruit. «Tras la pista de...» destaca los proyectos financiados por la Unión Europea que ya han concluido, así como los logros alcanzados más allá de la financiación europea. Si quiere que su proyecto aparezca en la sección «Tras la pista de...», envíenos un correo electrónico a editorial@cordis.europa.eu explicándonos por qué deberíamos elegirlo.

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